A la hora de elegir el mejor suelo para nuestra casa miramos mucho su resistencia al tránsito, a los golpes y a la humedad; también el material, la facilidad de mantenimiento y, por supuesto, el color. Y este factor es muy importante en decoración. ¿Por qué? Porque el color del suelo puede hacer que las estancias se vean más grandes y luminosas o exactamente al contrario. Y también puede dar un toque de modernidad o de clasicismo a la casa.
Por eso, conviene elegir con mucho cuidado los suelos. Hay que tener en cuenta, además de su acabado, el color de las paredes y hasta el estilo de la decoración. Pero no hay que preocuparse en exceso, en cualquiera de los materiales habituales para suelos hay infinidad de modelos para elegir, lo que facilita las cosas, y mucho, a la hora de decorar la casa.
Diferencias entre unos suelos y otros a la hora de decorar
Cambiar el color del suelo puede cambiar por completo el aspecto de una casa. Normalmente tendemos a fijarnos más en el color de las paredes, pero el efecto decorativo de la pintura o del revestimiento elegido para ellas se verá potenciado o reducido según el tipo de suelo que elijamos. En otras palabras: paredes y suelos forman un tándem perfecto si se saben combinar sus acabados.
Pero hay otro matiz que también conviene tener en cuenta antes de elegir. Los colores transmiten sensaciones, pero también los materiales. Un suelo claro de madera siempre creará un ambiente mucho más cálido que uno del mismo color pero en gres. Teniendo en cuenta estos aspectos, será más sencillo apostar por unos suelos u otros según el estilo que queramos dar a nuestro hogar.
Ventajas e inconvenientes de los suelos claros para casa
Un suelo en tonos suaves tiene muchas ventajas, sobre todo en casas o estancias de pequeñas dimensiones o con poca luz. Los suelos claros consiguen crear ambientes mucho más luminosos y, por lo tanto, cálidos y acogedores. También transmiten una sensación de serenidad perfecta cuando lo que buscamos son hogares en los que reine la calma.
Por otra parte, un suelo claro encaja a la perfección en cualquier estilo decorativo, eligiendo bien el color, que no necesariamente tiene que ser beige, crema o arena. También nos referimos, por ejemplo de esos tonos grises tan propios de un estilo industrial. Y, si hablamos de materiales o de otros colores, ocurre exactamente lo mismo. Los colores claros sirven como un lienzo en blanco para jugar en la decoración con otros más llamativos y cederle todo el protagonismo.
Otra cuestión importante es la combinación de un suelo claro con el color de las paredes. Si estas son también muy claras, la estancia parecerá más amplia, pero también fría, por eso es importante jugar con el resto de la decoración. Para evitarlo, siempre es posible combinar con madera, pintar una pared más oscura o poner en ella papel pintado. Si la habitación es grande, jugar con paredes en colores más oscuros le dará un toque de sofisticación muy atractivo.
Ventajas e inconvenientes de los suelos oscuros
Los suelos oscuros tienen personalidad propia, mucho peso en la decoración. Por eso, hay que elegirlos con mucho cuidado. Dan un toque actual y muy elegante, pero hay que tener en cuenta que necesitan mucha luz para que la estancia no pierda amplitud a nivel visual. A pesar de ello, son una buena elección si queremos una casa con carácter.
Por otra parte, los suelos oscuros también encajan bien en ambientes y estilos muy diferentes, según el material. Por ejemplo, la madera en tonos oscuros queda bien no solo en ambientes clásicos, también en otros de aires nórdicos o urbanos. Mientras, el microcemento es perfecto para casas de estilo industrial.
Sin embargo, no hay que olvidar que los suelos oscuros van a obligar a escoger con mucho cuidado el resto de la decoración. El resto de los colores elegidos en la decoración tendrán que compensar el del suelo, también el de las paredes. Dos trucos que funcionan son optar por acabados brillantes que reflejen la luz y optar por pavimentos continuos que dan amplitud visual.
También colores intermedios con la decoración
Si no quieres arriesgar ni en un sentido ni en otro, opta por suelos en colores intermedios. No tienen tanto carácter como los claros y los oscuros, pero combinan bien con cualquier estilo. Además, no restan tanta amplitud como estos últimos. Además, suelen ser suelos muy atemporales y que no cansan tanto como otros con colores más pronunciados.
Otra opción a medio camino es la mezcla de colores en el suelo, De esta manera tendrás todas las ventajas de los tonos claros y oscuros, pero con muchas menos desventajas. Combinar baldosas de diferente color es una posibilidad. Los suelos tipo hidráulico, son otra muy atractiva.