Un suelo o terreno rústico es una parcela de terreno calificada por la ordenación territorial como no urbanizable. Es sinónimo de suelo rural, y se caracteriza por carecer de servicios urbanísticos básicos, como por ejemplo agua o alcantarillado.
La polémica reside en la característica de estos terrenos, y es que no son urbanizables. Por lo tanto, a priori no se podría construir ninguna vivienda prefabricada, sin embargo, existe algún que otro vacío legal que te contaremos a continuación para que tengas tu casa prefabricada sin tener problemas con la ley
Una única excepción: la casa prefabricada móvil
Por lo general, no está permitido levantar ningún tipo de casa en un terreno rústico o rural. No obstante, existe una excepción que podemos hallar en el mercado de las casas prefabricadas. Si ésta es móvil, en teoría no habría ningún problema en construirla en una parcela establecida en un terreno de este tipo. Esto se debe a que este tipo de vivienda no está anclada al suelo y puede ser autosuficiente por sí misma, sin conexión a suministros de agua o luz. Lo que no puedes hacer, y de ninguna de las maneras, es construir una casa prefabricada tradicional.
De todas maneras, el ayuntamiento del lugar donde instales tu propiedad móvil podrá acudir a investigar tu situación. Al fin y al cabo, sería un caso muy similar al de una caravana fijada en un espacio concreto. Según lo que dicta la ley, los terrenos rústicos no son hábiles para instalar una vivienda de ninguna clase, pero también es verdad que cada ayuntamiento tiene sus particularidades.
¿Qué es una casa prefabricada móvil?
Las casas móviles, también llamadas “mobil homes”, son viviendas prefabricadas que se pueden reubicar sin tener que desmontarlas. Las puedes trasladar de un lado a otro con la ayuda de un remolque. Al contrario que otras propiedades modulares, éstas no requieren cimentación, ni licencia de obra, y esto abarata mucho los costes. Es una gran ventaja con respecto al modelo de casa tradicional, ya que puedes colocarla en prácticamente cualquier lado y cambiar de sitio cuando te canses.
Son muy fáciles de colocar y se adaptan a cualquier terreno, pero siempre deben cumplir con las condiciones de habitabilidad y la ordenanza municipal. Dicho de otra manera, necesitan la documentación sobre su emplazamiento y situación, la correspondiente autorización urbanística, etc. Es exactamente lo mismo que ocurre con las caravanas. A ojos de la ley, estas viviendas son tratadas como bienes muebles.
El mejor escenario posible para estas casas transportables es que sean completamente autosuficientes y no depender de terceros. Sin embargo, se pueden conectar a una red en un camping o en un parking de caravanas, entre otros lugares. Recuerda: si estás pensando comprar una para instalarla en un terreno rústico, consulta antes la normativa de la comunidad autónoma para comprobar si está permitido o no.