El amoniaco (NH3) es un gas incoloro obtenido a partir del nitrógeno y átomos de hidrógeno que se producen naturalmente en la naturaleza (agua, suelo, aire y algunas moléculas de bacteria de menor tamaño). Actualmente, es un elemento químico cada vez más usado en la fabricación de muchos productos de limpieza del hogar y es uno de los más infalibles para sacar mugre muy persistente en tejidos.
Sí, aunque parezca extraño, usar amoniaco para lavar la ropa es una alternativa eficaz para tratar prendas manchadas, desinfectarlas y combatir el mal olor presente en las fibras. Sin embargo, a pesar de su efectividad, debe manipularse con cautela por su toxicidad y fuerte olor. Sigue leyendo y conoce cuáles son las medidas que debes tomar para aprovechar sus propiedades al máximo y dejar tus prendas impolutas.
Lavar ropa con amoniaco ¿Es buena idea?
Este producto quitamanchas es empleado para diversos hacks de limpieza, entre ellos, el aseo del baño, encimeras y la desinfección de superficies, no obstante, nuestro favorito es utilizar el amoníaco para la ropa, en especial la de color blanco. Así que si quieres sacarle provecho, pero tienes dudas acerca de cómo hacerlo por el riesgo que representa, no te despegues de la pantalla y sigue estos pasos a continuación.
¿Cómo lavar la ropa con amoniaco?
- El primer paso que debes tomar es ventilar el área, ya que el amoníaco es altamente tóxico, y puede causar irritación en la piel, ojos, garganta y vía respiratoria. De igual forma, asegúrate de ponerte guantes antes de comenzar a manipularlo para prevenir ampollas. Ahora que ya estás precavido, es momento de iniciar
- Si quieres tratar de manera específica zonas manchadas de sangre, desodorante, salsas, colorantes, tinta u orina, la clave es mezclar una taza de amoniaco y la misma cantidad de agua. Hecho esto, empapa un paño o cepillo de cerdas suaves y frota con él la mancha, déjalo actuar durante 30 minutos y enjuaga. Si la suciedad es rebelde y no sale tan fácil, agrega un poco de detergente a la mezcla y realiza el mismo procedimiento.
- ¿Tu ropa tiene marcas de grasa? El remedio es diluir media taza de amoníaco en agua tibia y dejar en remojo la prenda por 4 horas. Al sacarla, lava con normalidad y seca al sol.
- En caso de que sean prendas delicadas, como, por ejemplo, de lana, seda, bufandas o jerséis, prepara una solución de agua tibia con 2 o 3 cucharadas de amoniaco y sumérgelas en ella por 2 horas. Pasado este tiempo, aclara, exprime y deja secar al aire libre. Además de desaparecer las manchas, notarás como se suaviza y se revitaliza el color del tejido.
Estos trucos funcionan muy bien en cuellos y puños sucios, marcas localizadas en chaquetas, trajes y vestidos, toallas con olor a humedad o marcas de moho ¡Incluso en los calcetines apestosos!
Por último: ¡Nunca debes mezclar amoníaco con lejía/cloro! La combinación de estos elementos genera un gas peligroso denominado “cloramina”. De igual forma, evita tocar esta sustancia en su estado puro con tus manos o acercarlo a tu rostro, pues la inhalación de amoníaco puede irritar el pulmón, causar tos o falta de aire y una exposición mayor puede ocasionar una emergencia médica.