En el caso de que tengas un jardín, o un espacio exterior en casa, es probable que alguna vez te hayas preguntado si debes airear el césped. Se habla mucho de nutrirlo, hidratarlo mediante agua y darle los nutrientes necesarios, pero hay que reflexionar sobre cómo de importante es aportarle el oxígeno que exige.
Si lo que quieres es que crezca bonito, frondoso y vivo, entonces debes seguir una serie de pasos para no tener problemas. Como seguramente sepas, después de hacer todo lo trascendente para que crezca sano, entonces tendrás que cortarlo regularmente porque esto también ayuda a que se mantenga bien. Pero, antes de eso, es importante airear el césped y nosotros vamos a contarte los mejores consejos para hacerlo fácilmente. ¡Vamos con ello!
¿Por qué razón hay que airear el césped?
Cuando empezamos a cultivar por primera vez el césped para cubrir un jardín, lo primero que pensamos es en darle nutrientes y agua suficiente para que crezca de manera sana. Y esto es muy correcto, pues al principio necesitará una ayuda para salir hacia adelante.
Pero con el paso del tiempo, durante el primer año de cultivo, el césped además de ir necesitando nutrientes necesitará otras cosas. Las raíces, aunque a veces no nos demos cuenta, reciben ocasionalmente más cantidad de agua o de abono del que demandaban, y van quedándose, por decirlo de manera coloquial, un poco colapsadas.
Cuando esto sucede, puede llevar a que las raíces empiecen a pudrirse y el césped comience a tener un mal aspecto. Seco, o bien que se caiga o deje huecos en nuestro bonito jardín. Como queremos evitar esto a toda costa, a modo preventivo lo mejor que se puede hacer es airear el césped y así conseguir que las raíces estén oxigenadas y frescas, dispuestas a seguir creciendo y hacer que nuestro césped esté muy bonito.
Consejos para darle el oxígeno que necesita
¿Y cómo se consigue esto de tener bien la hierba a raíz de airearla? Pues es muy sencillo, porque además en la actualidad existen determinados productos que facilitan muchísimo la tarea. Se llaman aireadores, y tendrás que usarlos un par de veces cada determinada época del año y así darle a tu césped esa renovación que venía necesitando.
No obstante, lo más común es que surjan dudas de cómo llevar a cabo todo el proceso del aireado del césped. Así pues, vamos a darte algunos trucos muy sencillos que te van a servir para hacer esta actividad sin ninguna dificultad:
- En primer lugar, y como suele suceder con todo lo relacionado con el cultivo de las plantas, es importante analizar bien qué tipo de césped tenemos en el jardín. Por ejemplo, hay que tener claro cuándo es el periodo en el que el césped crece a mayor velocidad, que en la mayoría de los casos suele suceder durante el verano. Este es el momento del año en el que hay que hacerlo.
- También es importante saber qué tipo de tierra hay bajo el césped, ya que esto va a hacer que sepamos cada cuánto tiempo hay que llevar a cabo el aireado. En el caso de que la tierra sea densa, hay que airearla más a menudo porque esto satura más las raíces del césped. Lo adecuado es hacerlo una vez al año. En el caso de que la tierra sea arenosa, se puede hacer más o menos cada dos años.
- Otro sencillo truco que puedes saber para que tu césped crezca bien, es que cuando acabes de empezar a plantarlo, deberás dejar al menos un año y medio antes de airearlo por primera vez. Esto hará que pueda aprovechar el máximo tiempo creciendo, y cuando empiece a estar demasiado compacto, recibir el oxígeno que le haga seguir creciendo.
- Para airear el césped bien, lo mejor es que el día anterior lo limpies y lo cortes. Así la actividad te será lo más sencilla posible.
- Por último, también te recomendamos algo: y es que una vez hayas aireado el césped, aproveches para echarle un poco de abono o de nutrientes extra. En ese momento en el que las raíces están liberadas y por fin tienen la oxigenación suficiente, es cuando mejor van a recibir todo lo positivo.
¡Y ya está! Como puedes ver airear el césped es algo sencillo, que además se facilita mucho contando con las herramientas adecuadas y sabiendo cuándo y cómo hay que hacerlo exactamente. No dejes de observar siempre tu césped, porque él es el que mejores datos te va a dar sobre cómo se encuentra y qué necesita.