Un alimento ampliamente conocido en nuestras cocinas y que sin lugar a dudas es emblemático en una gran cantidad de diversas preparaciones culinarias y recetas cotidianas, mediante la cual puedes lograr una abundante cantidad de especialidades y platos. La planta que genera este fruto se llama calabacera y pertenece a la familia de las cucurbitáceas y está disponible en una inmensa cantidad de colores, formas y tamaños, siendo una excelente fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes.
Tipos que existen de calabazas
Aunque la temporada de la calabaza es en abril estas se dividen en variedades de invierno y de verano. Por regla general las calabazas invernales mantienen una piel y una pulpa dura mientras que las calabazas de verano disfrutan de ofrecerte una piel blanda y una pulpa extremadamente jugosa y más ligera en cuanto a su estructura. Entre los tipos de calabazas más comerciales y conocidos que existen puedo citarte:
La Butternut, Violín o Cacahuete
Actualmente, es la calabaza más cultivada en España y la que mayor crecimiento exponencial ha logrado en esta última década. También es conocida bajo la denominación de “squash” y es perfectamente alargada con una piel muy lisa y de color claro. Manteniendo una forma con una base muy ancha y una pulpa caracterizada por su color naranja brillante.
Es una de las calabazas que mejor acepta variaciones con relación a su versatilidad para las cocinas así como flexible para una gran cantidad de recetas y platos de calidad gourmet gracias a la firmeza de su pulpa y al extremadamente dulce sabor que mantiene.
Los Calabacines
Generalmente mantienen una forma alargada y un color verde oscuro aunque también existen versiones de color amarillo o verde claro. Esta variedad de calabaza se distingue por su gran contenido de humedad interna y es perfecta para preparar estofados así como tapas donde se rellenan con diversas preparaciones. Esta variante de calabaza mantiene flores que son igualmente comestibles y muy apreciadas por los conocedores, las mismas sueles consumirse rellenas y luego fritas.
La Vasca o Mallorca
Una calabaza que recuerda mucho a la forma de un cacahuete y que puede llegar a presentar un cuerpo bien alargado. Su piel es de color verde oscuro y puede incluirte franjas alargadas de un verde mucho más claro y muchas veces de tonalidades amarillentas. Su pulpa es de color naranja con tonos desde el intenso hasta el oscuro y es destacada por su valor nutricional.
La Calabaza Mantequilla
Su característica más distintiva es su piel y su carne de color naranja, esta variedad te ofrece un excelente y muy acentuado sabor dulce y es perfecta para ser empleada en platos tanto salados como dulces. La calabaza mantequilla goza de mucha popularidad gracias a que permite ser cocinada al vapor, cocida, asada o triturada en forma de puré.
También es destacada la utilización de sus semillas como un snack sabroso y comestible a modo de merienda, estas semillas se tuestan y puedes perfectamente añadirlas a tus sopas, ensaladas o consumirse directamente, debido a su pulpa poco robusta es importante asarlas dejándoles su piel.
Cuando necesites escoger calabazas es importante que la piel este firme y que se encuentre libre de golpes y de cortes. Las calabazas pueden conservarse perfectamente bien (mientras estén cerradas) durante al menos 1 mes a temperatura ambiente.
La De Castilla
Destacan principalmente por su gran tamaño, muchas de ellas hasta de 1 metro de envergadura y con una forma característicamente elíptica. Su piel presenta surcos muy pronunciados y es de buen grosor además de mantener una pulpa extremadamente rojiza. Con relación a su color este puede variar en tonalidades que pueden ir desde el verde negruzco hasta el naranja oscuro.
Esta variedad principalmente es empleada para preparar los famosos dulces de calabaza que evidentemente pueden variar de una región a otra así como para ser agregada a los caldos de carne o a los estofados.
La Cucurbita Máxima
La calabaza icónica de Halloween y ultra conocida gracias a la utilización en estas famosas festividades. Redonda y achatada con un tamaño muy variado y capaz de alcanzar una dimensiones bastante destacadas, su piel es rugosa y muy dura y está perfectamente recorrida por surcos de cierta profundidad a todo lo largo de su estructura.
La calabaza y su temporada
Es importante establecer ciertos criterios para determinar la temporada de la calabaza, está por historia siempre se ha logrado establecer en otoño, aunque es perfectamente posible lograr conseguirla en cualquier época del año. Gracias a que existen variedades que son perfectamente cultivables en verano y hasta en invierno.
Esta calidad full polifacética y versátil de la calabaza la hacen ideal para lograr innumerables soluciones culinarias donde puedes preparar platos combinándola de forma precisa con el brócoli, las patatas y las zanahorias para adquirir incontables beneficios nutricionales, dietéticos y medicinales así como grandes dosis de antioxidantes.