La alcachofa es una hortaliza con muchos beneficios para nuestro organismo. Se trata de un producto cuyo aporte calórico es muy bajo pero que contiene algunos elementos que son esenciales para nuestra salud como por ejemplo la fibra, que mejora el funcionamiento de nuestro tránsito intestinal o los fitoesteroles, que nos ayudan a controlar nuestro colesterol. Además también nos aporta múltiples vitaminas a la vez que nos ayudan a adelgazar gracias a su bajo contenido calórico.
Los motivos para consumir este producto son muchos y además existen distintas maneras de hacerlo. Pero, ¿sabes cuál es la forma correcta de comer este producto? A continuación te damos las claves para sacarle el máximo partido y te explicamos por qué no debes comerte sus hojas.
El motivo por el que no se consumen las hojas de alcachofa es la asfixia
Es posible que, si alguna vez has comprado alcachofa fresca para hacer una receta, te hayas preguntado cuáles son las partes que es mejor consumir y cuáles no.
De hecho, la duda principal suele venir a la hora de limpiar este producto y distinguir las distintas partes que son comestibles de las que no. Teniendo en cuenta que las hojas son uno de los elementos que solemos desechar más fácilmente.
Cómo limpiar y pelar las hojas de la alcachofa
Pero, ¿las hojas no pueden comerse? La realidad es que tanto la parte interna, conocida como estárter, como las hojas exterior algo más duras y afiladas pueden consumirse si se cocinan adecuadamente.
No obstante, las hojas exteriores son más rígidas y pueden causar peligro de asfixia. Esto se debe a que están formadas por un material más duro y rugoso que es complicado de masticar, pudiendo provocar obstrucciones. Por eso es importante tratar de evitarlas a la hora de cocinar este producto y, siempre que veas alguna hoja con el filo afilado mientras limpias tu alcachofa, es importante que la tires directamente.
O, en caso de que quieras prepararlas, tendrás que ampliar el tiempo de cocinado de las mismas para conseguir que se ablanden y que así su capa protectora no nos resulte molesta a la hora de masticar.
¿Qué partes son más comestibles?
Tanto el tallo como el corazón de la alcachofa son partes ideales para utilizar en todo tipo de recetas como, por ejemplo, unas alcachofas con jamón. Pero, en cualquier caso, lo realmente importante es que sepas sacarle el máximo partido a esta verdura y no cometas ninguno de los errores habituales al cocinarlas.
De esta forma podrás aprovechar todos los beneficios que te ofrece a nivel de salud y disfrutar del gran sabor que tiene esta verdura.