El tomate y el pepino son a simple vista la pareja perfecta para la elaboración de una rica ensalada, pero lo que nadie dice es que esta combinación en la comida es perjudicial para la salud. Aun cuando ambas verduras son mezcladas con frecuencia pensando que se trata de un alimento rico en nutrientes, lo cierto del caso es que las consecuencias podrían ser desfavorable a mediado o largo plazo. Sí, es cierto, como guarnición, las ensaladas son un excelente manjar y una forma sencilla para mimar el paladar, sobre todo cuando son acompañadas por una deliciosa bebida. Pero se debe tener mucho cuidado con las combinaciones que se eligen para no estropear la estabilidad de tu cuerpo. Es que hacerlo de forma incorrecta, podría generar una bomba de tiempo.
¿Por qué es una mala idea combinar el tomate y el pepino en una misma comida?
Pero antes de conocer por qué la combinación entre pepino y tomate es un grave error, hay que conocer cuáles son los nutrientes que cada uno aporta al organismo.
- Tomate: Es un antioxidante por excelencia, además que su consumo mejora significativamente la circulación de la sangre. También es útil para el cuidado de la piel y para reducir los niveles de estreñimiento. No obstante, ha demostrado su efectividad al momento de cuidar de la vista y por sus efectos diuréticos.
- Pepino: Uno de los beneficios más importantes del pepino es su capacidad para hidratar el cuerpo, sobre todo la piel. Contribuye a combatir el estrés y a conservar el peso ideal. También ha sido perfectamente valorado por sus propiedades antiinflamatorias.
Aun cuando sus beneficios saltan a la vista, ninguna de estas propiedades son aprovechadas 100 % si ambas son consumidas en el mismo plato.
El principal motivo es que cuando se mezclan comidas de asimilación rápida y de asimilación lenta, el proceso de la digestión se hace mucho más difícil.
Lo primero que se debe saber es que los alimentos que se asimilan mucho más rápidos como el pepino, pasan casi inmediatamente al intestino. Los de asimilación lenta como el tomate quedan atrapados en el estómago hasta que culminan por fin su proceso.
Todo lo que consumimos y cuya asimilación requiere de mucho más tiempo, puede permanecer en el estómago durante muchas horas, calentándose a una temperatura que en ocasiones alcanza los 40 grados.
¿Qué sucede cuando se combinan estos dos alimentos?
Hay que considerar que en estos casos, el proceso digestivo se realiza de una manera diferida. Esto quiere decir que tanto el almidón como el azúcar comienzan un proceso de fermentación en el interior del cuerpo. A su vez, las gracias se tornan mucho más rancias y las proteínas no son absorbidas con tanta efectividad por el organismo.
De esta forma es como los nutrientes de los alimentos mal combinados se aprovechan en una menor escala que cuando se consumen de forma separada.
Una mala combinación de las comidas, como es el caso preciso del tomate y el pepino, puede ocasionar dolor e inflamación abdominal, mareos, náuseas y gases en exceso.
Para evitar que esto suceda, hay que tener en cuenta las cualidades de los componentes de un platillo antes de consumirlos. Esto quiere decir que es esencialmente útil conocer cuáles son los de digestión rápida como el pepino o los de digestión lenta como el tomate, para lograr una mejor combinación y resultados nutricionales mucho más óptimos. A manera de recomendación, puedes probar una deliciosa ensalada de pollo con manzana.