La calabaza es una hortaliza que se cosecha en otoño. A partir de esa temporada tendrás a tu disposición las más frescas para utilizar como ingrediente para cualquier plato o para tallar en Halloween hasta obtener una especie de «máscara grotesca».
Sea cual sea el uso que vayas a darle, esta verdura color naranja rica en vitaminas, fibra, potasio, hierro y magnesio es de fácil obtención. Si no quieres comprar las que se encuentran en oferta en el súper, puedes cultivar las tuyas en tu propio huerto urbano y obtener un producto de calidad, ajustado a tus necesidades.
Hacerlo es sumamente sencillo, pero para tener éxito durante el proceso, te invitamos a seguir una serie de recomendaciones. Después, verás florecer tu propia cosecha, te sentirás orgulloso del trabajo realizado y feliz por ofrecer a tu familia calabazas cultivadas en casa de forma natural.
¿Qué debes saber para cultivar calabazas en tu huerto urbano?
Porque sabemos que has pensado en cultivar tus propias calabazas en casa, aquí te decimos a qué debes prestar atención para lograr el mejor de los resultados.
1. Atento a las temporadas de siembra y cosechas
Para que las calabazas estén listas para cosechar entre septiembre y octubre, debes empezar a cultivar durante la primavera que son los meses de marzo y abril. La siembra de esta hortaliza será de seis meses aproximadamente, por lo que debe estar lista antes de la temporada de frío. De lo contrario, podrías ni tener los resultados que esperas.
2. Semillas
Puedes conseguir las semillas de diferentes maneras. Una de ellas es adquirirlas en tiendas especializadas, pues de esa forma estarán listas para ser utilizadas en tu huerto casero. Pero también puedes utilizar las de otra calabaza madura que tengas en casa. Si escoges este procedimiento, tendrás que lavar y secar las semillas antes de sembrar.
Una alternativa segura para una siembra efectiva es el uso de semilleros para lograr que la semilla germine y se desarrolle sin complicaciones. Este método puede tardar hasta 8 semanas.
3. Condiciones de suelo y de lugar
Ambos elementos son de importante consideración para una cosecha efectiva. El lugar debe ser bastante amplio, recordando que la calabaza puede obtener un gran tamaño. El lugar escogido debe tener una exposición adecuada al sol, puesto que este tipo de plantas requiere de contacto solar por lo menos 10 horas al día.
El suelo del huerto casero debe ser aireado y contar con los elementos de filtración necesarios para este tipo de siembras. Para que el proceso se lleve a cabo sin problemas, lo más recomendable es que previo a la siembra rastrilles y fertilices el terreno.
4. Proceso de riego y otros cuidados
Las calabazas son hortalizas que requieren de muchísima agua durante la siembra, por lo que el riego debe ser constante. Aunque mantener la planta hidratada es importante, hay que tener cuidado con el encharcamiento. Y por eso es fundamental que el suelo cuente con el mejor sistema de filtración que sea posible.
También es importante que el huerto disponga de un efectivo sistema de enrejado y tutorado. La intención es que la planta de calabaza pueda desarrollarse acorde a las necesidades particulares, con la intención de ofrecer una hortaliza de calidad.
Al aplicar cada uno de estos procedimientos tendrás como resultado esas calabazas que necesitas para la elaboración de cremas, sopas o dulces, las cuales garantizan propiedades al cuerpo como el puré de batata.