La col es originaria de Europa y en el invierno es uno de los principales sustentos. La familia de esta hortaliza es bastante amplia y todos sus tipos son ricos en vitaminas y minerales. Es un alimento con gran efecto protector al organismo. Las coles son bajas en calorias y grasas, aportan vitamina C, potasio y fibra. Son ideales para dietas pobres en sodio, además reducen el riesgo de cáncer gracias a su alto índice de glucosilonatos.
La col también contiene antioxidantes por lo que, su consumo es recomendado por especialistas e investigadores de todo el mundo. Aunque se puede comer col durante todo el año gracias a su variedad, en el invierno se convierte en el sustento principal por ser la temporada perfecta para esta hortaliza. La col es un alimento versátil en la cocina, se puede comer cocida o cruda.
Tipos de col
La col proviene de una rama de hortaliza muy extensa. Existen distintas especies, entre las que se encuentran coles de flor, coles de raíz y coles de hoja, todo va en función de la parte consumible de la planta. Lombarda, col de bruselas, repollo y coliflor son solo algunas de las coles que ofrecen beneficios a la salud. Cabe destacar que cada una de ellas tiene su propia particularidad y propiedades de manera individual.
Repollo
Este tipo col tiene variedad de tamaño, color y textura. Sus hojas forman cogollos densos y cerrados. Se consume crudo o cocido. Si lo comes crudo podrás aprovechar al máximo su alto contenido de vitamina C, antioxidantes y componentes bioactivos. En el mercado se pueden encontrar repollos durante todo el año. Están los repollos de hojas rizadas, como la col de Savoy o de Milán, también de hojas lisas y forma plana, el repollo rojo o morado como la lombarda y picudo como la col de corazón.
Kale
Es una col rizada muy popular en la actualidad. Es rica en minerales y baja en calorías, muchas personas la consumen en ensaladas y dietas como detox o vegana. Forma parte de la familia de las coles rizadas y nutritivas. Anteriormente, se pensaba que solo se podía utilizar como alimento para animales, sin embargo, esa categoría ya se ha extendido a vegetales comestible por humanos debido a su contenido saludable.
Coliflor
Se trata de un ramillete de flores alrededor de un eje central que crece rodeado de hojas. Son flores blancas debido a que sus largas hojas impiden que la luz del sol las toque. Es un alimento hipocalórico por su bajo contenido en macronutrientes. Contiene vitamina C y vitamina B6, así como folatos. Es una fuente rica en fibra y otros minerales. Ideal para dietas reductoras de peso. Se puede consumir cocida o cruda, de esta última forma no suele ser flatulenta.
Coles de bruselas
Tiene bajo contenido calórico, aunque en comparación con otras, es la col con más calorías, pero sigue siendo ideal para consumir como alimento de pérdida de peso. Es el tipo de col más conocido y consumido. Posee altos niveles de proteinas y fibra insoluble, favoreciendo el flujo intestinal. Se puede utilizar en la preparación de guisos junto a otras legumbres. Suele confundirse con repollos pequeños, son verdes, aunque también se consiguen variedades moradas. La mejor época para su consumo es de octubre a marzo.
Brócoli
Esta col de flor es considerada un superalimento. Tiene un sabor intenso y combina perfectamente con salsas y purés. Un alto consumo de brócoli ayuda a reducir el riesgo de desarrollar hasta 12 tipos de cáncer gracias a su contenido rico en glucosilonatos, un compuesto de gran potencial antioxidante. Existe gran variedad de brócoli, especialmente en colores que van desde verde grisáceo hasta morado. Las formas pueden ser redondas con ramillete central de flores o ramilletes más pequeños y dispersos.
Causas de comer col en exceso
Incluir cualquier tipo de col a la dieta diaria ayuda a combatir la anemia ya que son ricas en clorofila y su aporte en vitamina C. Además, el aporte de magnesio, betacarotenos e hierro mantienen la salud de la piel. No obstante, es importante resaltar que su consumo excesivo genera causas no tan beneficiosas.
- Por su alto contenido de vitamina K las coles de bruselas y el repollo pueden interferir en medicamentos anticoagulantes. En ese sentido, no se recomienda su consumo para personas con este tipo de tratamiento ya que la vitamina K contrarresta su eficacia y efecto.
- Las personas con deficiencia de yodo deben reducir su consumo, pues se les puede alterar la glándula tiroides. Recordemos que las crucíferas contienen glucosilonato, sustancia que impide la absorción del yodo y frena la actividad de la glándula tiroides. Las coles de bruselas, por ejemplo, es el tipo de col que más contiene yodo.