Los guisantes “Pisum sativum” se caracterizan por ser una planta perteneciente a la familia de las herbáceas, plenamente extendida a nivel mundial y originaria de la cuenca mediterránea, su cultivo se lleva a cabo con la intensión de consumir sus semillas como un alimento, aunque también su vaina se ha estado utilizando en el ámbito gastronómico y medicinal. Su amplio uso permite que puedas disfrutar de sus aportes de potasio (244 mg) mediante los cuales lograr un perfecto equilibrio electrolítico, mientras que su vitamina C y magnesio (40 mg y 33 mg) respectivamente hacen que tu sistema inmune consiga una gran mejoría en su efectividad.
Los guisantes puedes conseguirlos ya sea en su estado fresco o en conserva y debido a su corta temporada (finales de invierno – finales de primavera) es importantísimo lograr aprovecharlos al máximo y por ello es relevante conocer como conservar los guisantes frescos por mucho tiempo. Existen diversas maneras para lograr este certero aprovechamiento mediante la implementación de diversas técnicas concretas que se explicaran a continuación y sumando estos conocimientos del mismo modo que lograste aprender a recalentar carne sobrante, desde la Mansión de las Ideas te invitamos a conservar tus guisantes frescos por mucho tiempo.
Cómo conservar por un largo tiempo los guisantes frescos
La calidad de los guisantes y las posibilidades de lograr una excelente conservación de los mismos se multiplica cuando logras adquirir arvejas de alta calidad, trata de llevarte las vainas que mantengan firmeza, homogeneidad en el color, sin agujeros y que no tengas hongos. Puedes guardarlos y conservarlos en la nevera por hasta unos 5 días y congelarlos para un mayor tiempo de preservación. Veamos al detalle cada una de las diversas técnicas para su conservación.
1. Conservación de guisantes frescos en la nevera
- Selecciona los mejores ejemplares al momento de la compra. Obsérvalos y detállalos al extremo y elimina los golpeados, los decolorados, los deteriorados y los abiertos.
- Envuelve los guisantes en papel absorbente, cuando están tiernos no deben lavarse porque estarías acelerando el proceso de descomposición. Este secado te garantiza una eficiente durabilidad al eliminar la humedad.
- Utiliza una bolsa de plástico para guardarlos, debes hacerle algunos orificios a la bolsa y colocar los guisantes frescos envueltos en el papel absorbente dentro de la bolsa. Esto evitará que la humedad pueda condensarse y por consiguiente se pudran las arvejas.
- Almacénalos en la nevera colocándolos en el cajón de las verduras, este lugar es uno de los más recomendados para evitar que el frío en exceso pueda quemarlos.
Esta sencilla modalidad de almacenamiento te permitirá disfrutar de al menos unos 5 días en promedio de guisantes frescos, funcionando a la perfección tanto para los guisantes desgranados como para los guisantes que aún conservan su vaina.
2. Conservación de los guisantes con el método de congelación
Para lograr una alta tasa de conservación de estos alimentos, nada mejor que llevarlos a su punto de congelación, este sistema te ofrece una preservación intacta para cualquier época o temporada. Veamos al detalle esta técnica muy fácil de conseguir.
- Igualmente tienes que escoger guisantes de excepcional calidad. Que se mantengan firmes y que no estén muy maduros.
- Lavas los guisantes y si aún se mantienen en su vaina debes proceder a su desgranado y seguidamente lavarlos con abundante agua.
- En una olla con agua hirviendo procedes a escaldar los guisantes, con solo 2 minutos será tiempo más que suficiente. Retíralos y detienes el proceso de cocción con ayuda de agua fría.
- Escúrrelos muy bien retirándolos del agua fría mediante el uso de un colador y los colocas en una bandeja de horno, a la cual previamente has forrado con papel encerado. Llevas a congelar por un par de horas.
- Transcurrido este tiempo los retiras del congelador y procedes a empacar los guisantes en bolsas plásticas, manteniendo la precaución de eliminar al máximo el aire que podría quedar dentro de las bolsas. Estas raciones puedes elaborarlas del tamaño y de las proporciones de tus necesidades particulares de alimentación y con la intención de únicamente descongelar en un futuro las raciones y las cantidades necesarias.
- Almacénalos en el refrigerador (congelados) introduciendo cada una de las bolsas elaboradas y rellenas de guisantes.
Este método de congelado te garantiza una exclusiva tasa de durabilidad y de preservación de los guisantes de hasta 18 meses como máximo, siempre y cuando no se violen las condiciones de la cadena de frío de los mismos. Además, tendrás la plena certeza de no necesitar descongelarlos para agregarlos a tu preparación, simplemente puedes adicionarlos congelados sin ningún tipo de problemas.
Consérvalos para una alimentación beneficiosa
Esta conservación te garantiza una segura provisión de este alimento para el consumo y para que tu cuerpo pueda disfrutar de las grandes cantidades de vitaminas y minerales que los guisantes pueden ofrecerte. Resultando en una rica y segura provisión de proteínas, regulando tanto la flora intestinal como el delicado tránsito de los alimentos por el intestino, así como ofrecerte una sana ingesta de fibra y una sensación de saciedad, capaz de disminuir el consumo de alimentos y por ende funcionar para ayudarte en las dietas de pérdida de peso.
Unas técnicas de elevada sencillez que te permitirán gozar de todos los beneficios, así como de las invaluables propiedades que te ofrece este alimento, recuerda que los guisantes frescos son perfectos para ser incorporados a las ensaladas, sopas, platos de cuchara, guisos, batidos y como acompañante (guarnición) esencial de muchos platos principales incluidos los arroces, las carnes y los pescados.