La fruta y la verdura son alimentos imprescindibles en una alimentación saludable y equilibrada. Tomar la cantidad diaria necesaria que el cuerpo necesita aporta grandes beneficios a la salud, como una notable mejora de la digestión gracias a la fibra o su importante aportación de agua, vitaminas y minerales para mantenernos hidratados y con energía.
Las personas que incluyen la fruta y la verdura en su dieta diaria suelen tener una mejor calidad de vida. Una manera de asegurarte tu ración diaria de estos alimentos es preparar las porciones para el día pelando y cortando la fruta y verdura que vas a tomar, para llevarla al gimnasio, al trabajo, tenerla lista para cocinar, etc. El problema es que, una vez cortada, tienden a estropearse en pocas horas. Si un día nos sobran piezas de fruta y verdura, cómo podemos hacer que nos dure al menos hasta el día siguiente en buen estado.
Cómo conservar la fruta y la verdura pelada y cortada en buen estado
Puede que no te haya dado tiempo a tomar todas las raciones de fruta de tu jornada porque te han cambiado los planes para comer o cenar, o puede que te haya sobrado media cebolla o un trozo de pepino al hacerte una ensalada. O a lo mejor en tu crema de verduras con una zanahoria y media era suficiente, ¿qué haces con la otra media?
Conservar la fruta y la verdura en buen estado es muy importante para que no pierdan sus cualidades nutritivas, algo que suele ocurrir bastante rápido si no se guardan bien. Para que tus alimentos vegetales no pierdan sus propiedades, puedes ten en cuenta estos sencillos tips que te ayudarán a alargar su buen estado de conservación.
El limón es un gran conservante natural para la fruta
Este es un truco de lo más sorprendente. El jugo del limón es uno de los mejores conservantes naturales para evitar la oxidación de la fruta. Así lo explica la conocida creadora de contenidos Pepa Tavero, quien ha publicado recientemente unas sencillas pautas de conservación de la fruta usando el limón. Para ello, es necesario cortar la fruta en trozos pequeños. Es importante en este paso, utilizar un cuchillo afilado, ya que una hoja de cuchillo roma podría romper la fruta y los trozos tienden a oxidarse mucho más rápidos por las partes en las que en lugar de un corte limpio y uniforme hay una rotura. En un bol, ponemos los trozos de fruta con una gotas de limón —no demasiado— y removemos para que quede bien repartido. A continuación, se cubre el recipiente con una servilleta de papel humeda. Después tapa hermeticamente el recipiente y mételo en la nevera. Este truco conservará la fruta en buen estado durante 24 horas más.
Qué hacer con las verduras de hoja cortadas
¿A quién no le ha pasado alguna vez que ha calculado mal la cantidad de lechuga que necesitaba cortar para su ensalada? Repollo, espinacas, acelgas, coliflor… Las verduras de hoja no tardan mucho en oxidarse. Lo notamos cuando vemos que los cantos por los que hemos cortado la verdura comienzan a tomar un tono marrón o anaranjado, que aparece a las pocas horas. Para guardar la hoja cortada, lo mejor es utilizar en bolsas para conservación con cierre hermético tratando de dejar dentro de la bolsa la menor cantidad posible de aire, ya que este es el principal agente oxidante de la fruta y la verdura. También podemos usar otros recipientes como los tuppers con cierre hermético, aunque estos no suelen permitir el vaciado de aire. La privación de aire favorece que los alimentos reabsorban su propia humedad, lo que prolonga el buen estado de conservación.
Para las hortalizas, lo mejor es el agua
Cada tipo de verdura tiene sus propios tiempos de deterioro y pérdida de los nutrientes. En el caso de las hortalizas, la forma más eficaz de conservarlas en buen estado, una vez que las hemos cortado y pelado, es sumergiéndolas en un recipiente con agua. Las patatas, las zanahorias, el apio, etc. se oxidan muy rápidamente si los dejamos en un recipiente sin nada más, ya sea en la nevera o al aire libre. Sin embargo, si se sumergen los trozo cortados en agua, pueden durar incluso un día más. No solo está muy bien si nos sobra verdura cortada, sino que además nos permite cortar verdura de más si al día siguiente queremos repetir ensalada o hacer un guiso de verduras y ahorrar algo de tiempo.
En caso de que solo hayamos cortado un trozo de la verdura sin haber llegado a pelarla por completo, no es necesario sumergir toda la pieza de verdura sobrante en agua, si no que bastará con cubrir la parte cortada y pelada. Se puede hacer con papel de aluminio, pero una solución más ecológica es poner la verdura en un plato haciendo contacto con la parte cortada y cubrirla con un vaso o algún recipiente de cristal.
Saber dónde va cada fruta y verdura en la nevera también influye
Por último, para una conservación óptima de los alimentos, es muy importante cómo colocar la fruta y la verdura en la nevera. Por norma, un exceso de frío no es favorable para crear las mejores condiciones para las hortalizas. Es por ello que existe un cajón de las verduras que se mantiene unos cuantos grados por encima de la temperatura del resto de la nevera. En caso de que necesitemos algo más de frío para nuestras frutas y verduras podemos colocarlas fuera del cajón en el estante inmediatamente superior. El frío suele afectar más a verduras con un alto contenido en agua, como pepinos y calabacines, que son los que pondremos dentro del cajón. Las hortalizas como la remolacha o la zanahoria, en cambio, suelen aguantar temperaturas algo más baja y podremos dejarlas en la parte baja de la nevera. Evita siempre los estantes superiores.