Si la famosa canción decía aquello de que «el único fruto del amor es la banana», ahora es el momento de saber cuál es la fruta de la pasión y qué aporta a nuestro organismo, además de lo que se puede esperar de su fama.
La fruta a la que nos estamos refiriendo tiene varios nombres según en la parte del mundo en la que nos encontremos. En algunas zonas la conocen como pasionaria, en otras como granadilla o parchita. Pero su nombre común por el que este alimento es conocido todas esas partes es el de maracuyá.
¿Qué fruta es la maracuyá y que propiedades contiene?
La maracuyá es una fruta natural de Sudamérica. Su cultivo tradicional se reduce al área amazónica de Perú, aunque los avances tecnológicos y la globalización económica han hecho, como con otras frutas y verduras regionales, que se expanda a otras zonas del planeta con condiciones climáticas aceptables para su cultivo.
Esta fruta es nutricionalmente apreciada por su poder antioxidante, su alto contenido de vitamina A, importante para la vista, el sistema inmunitario, el crecimiento y el desarrollo y vitamina C, esencial para la reparación de los tejidos del cuerpo. Además de es rica en minerales esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, y también, una estupenda fuente de fibra, que favorece la digestión y el correcto tránsito intestinal.
La maracuyá y el origen de la fruta de la pasión
Ahora que sabemos que la maracuyá es una fruta con múltiples propiedades saludables, podemos ver de dónde le viene tan fogoso apodo. La teoría más plausible sugiere que se ganó este sobre nombre en el siglo XVII, cuando parte de los misioneros jesuitas probaron esta fruta en una de sus expediciones al continente americano.
Al parecer, la fruta no despertó sus instintos más ardientes, sino que los religiosos encontraron cierto parecido entre la planta la simbología relativa al pasaje de la Biblia conocido como La Pasión de Cristo. Un origen sorprendentemente casto. Fue en el año 1753, cuando el científico Carlos Linneo, se valió del apodo para dar el nombre oficial a la pasiflora, que sería popularmente conocida como maracuyá.
Usos de la maracuyá en cocina
Además de su ingesta al natural como con cualquier otra fruta, el maracuyá es un estupendo complemento para tus ensaladas ahora que llega el buen tiempo y refrescantes macedonias de frutas para la merienda. También puede comerse troceada en un yogur natural como parte de un desayuno saludable o una cena ligera. Los zumos son otro de los usos más apetitosos de esta fruta ácida con matices dulces, que la convierten en un estupendo ingrediente también para mermeladas y repostería.
No solo en dulces y postres puedes comer maracuyá. Esta fruta versátil es también un ingrediente muy utilizado en salsas saladas y aliños para guarnición para el pescado azul. Una combinación absolutamente deliciosa. La maracuyá es además un alimento con un alto poder saciante gracias a su aporte en fibra. Por lo que es una fruta estupenda en dietas de adelgazamiento para quitarnos el apetito sin necesidad de ingerir grandes cantidades de alimentos.