Más de una vez habrás notado que las verduras que tienes en la nevera algunas veces duran más tiempo en buen estado y otras veces cuando vas a utilizar las de la última compra parece que llevasen meses echándose a perder. Esto no es casual ni aleatorio.
Existen diversos factores que influyen en el tiempo que estos alimentos conservan su buen estado y dependiendo de dónde y cómo guardemos las verduras afectarán de una manera u otra. Aquí te explicamos algunas claves que te ayudarán a no desperdiciar la comida.
Cómo conservar la verdura
Lo primero que hay que dejar claro es que no todo va a la nevera. Hay frutas y verduras que duran más tiempo con menos frío y otros que lo necesitan para no estropearse en pocas horas. Por tanto, esta es la primera separación que tendremos que hacer.
Después tendremos que ver en qué lugar y qué recipientes son más adecuados para la conservación de cada alimento. Consumir los alimentos en el mejor estado posible es muy importante si queremos que nuestra alimentación y nuestra salud se beneficien de las propiedades que cada uno aporta.
Así debes ordenar las verduras
Por ejemplo, los tomates, los ajos, las cebollas, o las patatas y los boniatos resisten mejor a temperatura ambiente y con poca luz solar o, mejor aún, nada de luz. Mientras que en la nevera pondremos pimientos, judías verdes coles, verduras de raíz como la zanahoria o la remolacha —a estas verduras le cortaremos las ramas o las hojas antes de guardarlas en la nevera—, berenjenas clabacines y verduras de hojas verdes.
Una vez tengamos hecha esta separación, tendremos que ver cuál es el lugar más adecuado de nuestro frigorífico para cada alimento. En el caso de las judías y las coles, lo ideal es guardarlas en la parte más fría de la nevera y envueltas dentro de un plástico con agujeros para que el aire circule dentro de la bolsa pero sin dejar que las verduras pierdan mucha humedad. Seguimos las mismas indicaciones para las zanahorias y el resto de verduras con raíz.
Si te has preguntado alguna vez qué verduras en concreto van en el cajón para las verduras de tu nevera, hoy es el día de saberlo. No todas las verduras pueden guardarse en ese cajón, habrás visto como algunas se deterioran rápidamente. El cajón de las verduras tiene la función de reducir el frío que llega a los alimentos. Aquí meteremos verduras con mucha agua, como las berenjenas, calabacines, y pepinos tratando de no amontonarlos y siempre sin envolver. Para las verduras de hojas verdes, como la lechuga, lo mejor es guardarlas en la parte baja de la nevera, en el estante justo por encima del cajón de las verduras y en bolsas de plástico.
Es muy importante evitar que las verduras estén en contacto directo o demasiado cerca de las paredes del frigorífico, ya que es desde donde se irradia el frío, especialmente la pared del fondo. Un exceso de frío o la posibilidad de que se forme escarcha hace que el agua de las frutas y las verduras se congele y estropee las propiedades del alimento. Seguramente hayas observado esto en alguna ocasión.
Recuerda también estas claves
Para los alimentos que no se guardan en la nevera, el mejor recipiente para su conservación son las cestas de mimbre. Sus fibras naturales facilitan la transpiración de los alimentos, e impiden que aparezcan moho, bacterias y moscas de la fruta. Al contario de lo que hemos explicado para algunos alimentos en frigorífico, en el caso de las frutas y verduras conservadas en el exterior es muy importante no dejarlas dentro de las bolsas y envases de plásticas.
No laves la fruta y la verdura antes de almacenarla. El agua puede acelerar la oxidación. Lo recomendable es siempre lavarlas bien justo antes de ser cocinadas o ingeridas.
Revisa periódicamente tus frutas y verduras. Es muy importante prestar atención a que no haya piezas en mal estado que puedan estropear al resto de alimentos en contacto. Procura eliminar siempre las frutas y verduras con signos de deterioro y consume antes las que lleven más tiempo.