Pocas cosas hay más apetecibles cuando llegan los días más fríos del invierno que acurrucarse cerca de una chimenea. Dan calor, son decorativas y, además, crean un ambiente muy, pero que muy acogedor. El inconveniente llega cuando no podemos o no queremos gastar mucho dinero en instalar una en casa con una obra.
La tradicionales de leña requieren de una obra que puede resultar compleja y cara. Y tampoco es posible instalarlas, por ejemplo, en pisos que no estén preparados para ello. Pero no hay que renunciar a ese elemento que tanto aporta a la decoración y a nuestro bienestar. Hoy en día es fácil tener una chimenea en casa. Tal vez en algunos casos no tengan el encanto de las de toda la vida, pero se acercan bastante.
Las más sencillas: chimeneas eléctricas que no necesitan una obra
Para poder instalar una chimenea eléctrica en el salón solo se necesita una toma de luz cerca. Así de simple. Son limpias, son muy decorativas y no requieren de ningún tipo de mantenimiento. Además, son muy seguras. Por todo ello, son perfectas para cualquier estancia de la casa. Eso sí, hay que tener en cuenta dos aspectos importantes: por un lado, el consumo y, por otro, su capacidad calorífica.
Realmente, no son chimeneas, son más bien estufas. Eso puede hacer que pierdan parte del encanto, pero algunos modelos imitan las llamas con bastante acierto. Hablando de modelos, hay muchos, desde los más modernos a los más clásicos. Y también se pueden encontrar en tamaños muy diferentes. Por ello, se pueden adaptar sin problemas a cualquier espacio y estilo decorativo.
Chimeneas de bioetanol: versátiles y decorativas
Si no queremos renunciar a esa magia que desprende el fuego, las chimeneas de bioetanol son una buen alternativa a las eléctricas. Funcionan con un combustible que no genera olores, humos o gases, de modo que no es necesario que tengan salida al exterior y, al igual que ocurre con las eléctricas, se pueden instalar casi en cualquier espacio.
Las chimeneas de bioetanol son ideales para instalar en paredes pero, sobre todo, cuando queremos un efecto decorativo realmente sorprendente. ¿Has visto alguna vez esas chimeneas colgantes que aportan a los espacios un toque elegante y sofisticado? Son de bioetanol. Y también lo son muchas de las que se instalan en exteriores.
Eso sí, antes de decidirse por este tipo de chimeneas conviene tener en cuenta un par de aspectos importantes. Por un lado, que su poder calorífico es limitado, no alcanza el de las chimeneas de leña. Por otro, que se necesita espacio para almacenar el combustible.
Chimeneas de gas: modernas y eficientes
Requieren una instalación mínima, pero son las más parecidas a las chimeneas de leña tradicionales. Lo primero que hay que tener en cuenta es que funcionan con gas natural o propano, de un modo similar al de las cocinas que trabajan con estos combustibles. Por lo tanto, es imprescindible que el suministro llegue a casa.
Otro aspecto importante es que necesitan salida de humos. Pero nada tiene que ver ni con los sistemas de las chimeneas de leña ni con los de otros combustibles como pellets o biomasa. En el caso de las chimeneas de gas, evacuan los productos de la combustión mediante tubos de tipo coaxial que se pueden sacar a la fachada, de modo que podrían instalarse en pisos.
Las mayores ventajas de este tipo de chimeneas frente a las de bioetanol o las eléctricas es que ofrecen un mayor poder calorífico. Otras ventajas: son muy seguras, no necesitan espacio para almacenar combustible, tienen llama real y, además, son totalmente seguras, ya que son estufas estancas. También se pueden encontrar en mucho modelos diferentes, desde las que son solo frontales a las que tienen dos, tres o incluso las cuatro caras a la vista y que son superdecorativas. Y no solo en interiores, también se pueden instalar en patios o porches.
Dentro de las chimeneas de gas están también las de butano. Sin embargo, a pesar de ser eficientes, son mucho más aparatosas y su aspecto se acerca más al de una estufa que al de una chimenea. A ello habría que sumar que necesitan espacio extra para almacenar las botellas.
Qué tener en cuenta a la hora de elegir una chimenea que no requiera de una obra
Hay varias cuestiones que se deben valorar despacio antes de elegir un tipo de chimenea sin instalación u otro. El primero de ellos es si lo que buscamos es simplemente un efecto decorativo o de verdad queremos calentar la estancia. En este último caso, sin duda, hay que decantarse por las de gas.
La otra cuestión relevante es el lugar de instalación. La chimenea debe adecuarse siempre en tamaño y estilo a la estancia en la que se vaya a colocar. Pero hay otra cuestión que no hay que perder de vista: si elegimos estufa de gas necesitamos que el suministro llegue hasta ella y que esté en un punto desde el que se pueda evacuar con facilidad, preferiblemente una pared que dé al exterior.
En lo que se refiere a limpieza y mantenimiento, ninguno de los tres modelos es muy exigente, aunque en estas cuestiones ganan las eléctricas. Y, respecto a consumo y eficiencia, sin duda, las de gas. Con todos estos criterio te resultará mucho más sencillo elegir esa chimenea ideal para tu salón.
Cómo evitar que niños y mascotas se quemen con la chimenea
Si no quieres que tus hijos pequeños o tu mascota se acerque a la chimenea, donde corren el riesgo de quemarse y hacerse mucho daño, un buen truco que te recomendamos es incluir una especie de verja alrededor con la altura suficiente como para que no se la salten. De esta manera, evitarás que ocurra un problema que puede convertirse en una desgracia en el peor de los casos. En Internet encontrarás fácilmente una valla protectora de estas características.