A la hora de tapizar las sillas, es importante tener en cuenta la decoración y el estilo del mobiliario. Pero también el uso que de esas sillas se va a hacer. A fin y al cabo, no es lo mismo una silla de uso diario en el comedor del office que otra que solo se va a usar de forma ocasional en ese otro comedor formal integrado en el salón.
La ventaja es que en el mercado puedes encontrar miles de tejidos diferentes para las sillas de tu comedor: tejidos en materiales y acabados distintos, lisos o con estampados de todo tipo, delicados o muy resistentes y con texturas de más variado. ¿Cómo acertar con la tapicería de las sillas? Te vamos a dar unas sencillas pautas para que te resulte sencillo.
Uso y estilo del comedor
El uso del comedor es muy importante. Si las sillas se van a utilizar a diario, siempre se deben escoger telas resistentes y de fácil limpieza. La resistencia al desgaste se mide en ciclos Martindale. Para la tapicería del comedor, asegúrate de que el tejido elegido sea de al menos 20.000 ciclos. Eso te garantiza que permanecerá en perfecto estado durante mucho tiempo. Y también debes buscar tejidos que sean lavables o, al menos, que se puedan limpiar sin problemas.
El estilo es el otro factor clave, especialmente en esos comedores más formales, que se usan en ocasiones especiales. En ellos es vital que el tejido elegido tenga un color y un diseño acorde con el de la estancia. Se puede jugar con colores lisos y también con estampados de todo tipo o jugar con ambas posibilidades. La clave está en mantener una línea cromática.
Tipos de tejidos para las sillas del comedor
La variedad de tejidos, tanto en materiales como en acabados, con los que puedes tapizar las sillas del comedor es muy amplia. Vamos a mencionar los más habituales y también qué características tienen. Verás enseguida que no todas las telas son aptas para todos los comedores.
- Algodón: tiene la ventaja de que se trabaja en diferentes texturas, grosores, colores y estampados. Es transpirable, fresco en verano y cálido en invierno y se suele limpiar con facilidad, pero puede desteñir.
- Terciopelo: por su tacto agradable y su acabado elegante es perfecto para comedores formales. Sin embargo, es más delicado que otros tejidos, se limpia peor y no se suele encontrar con motivos o estampados. Una alternativa más económica y sufrida es la chenilla.
- Nylon: es un tejido sintético que tiene las ventajas de que es económico y lo puedes encontrar en muchos acabados diferentes, pero su nivel de resistencia al desgaste no alcanza al de otras telas.
- Poliéster: otro tejido sintético. Es resistente y de fácil limpieza, por lo que es buen opción para un comedor de diario. En él se incluye la microfibra, que, además, es resistente a la humedad.
- Piel sintética: no es tan elegante como la natural, pero es mucho menos exigente. La mayor ventaja es que se limpia con facilidad, por ello es más adecuada para comedores que se usen a diario y estén más expuestos a las manchas.
- Damasco: es un tejido de raso, brillante, en el que la diferente trama de los hilos hace dibujos. Es muy elegante, ideal para unas sillas con un estilo muy marcado, pero también es delicado.
- Jacquard: este tejido liso, grueso y de tacto suave mezcla colores y texturas para dar forma a todo tipo de dibujos. Es muy resistente, por lo que es apto para todo tipo de comedores.
Otras telas muy resistentes, ideales para un comedor de diario son el vinilo, la olefina o el acetato. Para otro tipo de comedores, el lino o la seda son dos buenas opciones.
Consejos para elegir la mejor tela
Conocer las distintas telas con las que puedes tapizar las sillas de comedor te ayudará a elegir con mejor criterio. Pero aún debes tener en cuenta algunos aspectos importantes:
- Calidad: siempre hay que pagar algo más por ella, pero en un mueble que va a estar sometido a mucho uso o que está muy expuesto a manchas, lo ideal es apostar siempre por ella. A la larga se acaba ahorrando dinero.
- Mantenimiento: si hay niños en casa o mascotas, siempre hay que elegir tejidos lo más resistentes posible y, sobre todo, que se puedan limpiar con un paño humedecido en jabón o amoniaco. Las telas antiarañazos y antimanchas son perfectas.
- Estampados: conviene elegirlos con cuidado según el estilo de la silla y de la estancia. En líneas generales, conviene evitar estampados demasiado grandes. Y, si la silla tiene un diseño muy elaborado, lo mejor es apostar por colores lisos para evitar un efecto muy recargado. En caso de duda, la mejor opción es sustituir los tradicionales estampados por telas que aporten textura.
Y, ante todo, ten en cuenta que la tela de las sillas te va a acompañar durante mucho tiempo. Por ello, debes elegirla con cuidado. Es cierto que cambiarla no cuesta demasiado, pero si no te apetece tener que limpiarla muy a menudo o crees que te vas a cansar enseguida de su acabado, lo mejor es que busques alternativas a tu idea inicial.