Las sillas de comedor son muebles por lo general discretos, pero que en decoración tienen su papel. De hecho, son uno de los mejores elementos para dar un toque diferente a un salón o para introducir una nota que aporte un poco de dinamismo al conjunto. Por eso es importante elegirlas pensando no solo en la comodidad, también en el papel que tendrán en la decoración.
Y dentro de sus características, hay que fijarse no solo en el material o la forma, también en el color de esas sillas del comedor. La razón es que hay colores que encajan mejor en unos estilos que en otros. Por ello, salvo que quieras crear un contraste pronunciado, lo ideal es que elijas con cuidado su color. Y no hablamos solo de la tapicería, también de la estructura.
Sillas de comedor en un estilo clásico
Las sillas de este estilo suelen ser de madera, y no de cualquiera, sino de aquellas que tienen tonalidades más oscuras, como el nogal o el cerezo. Es lo que le da un punto de elegancia. Ese color condiciona en buena medida el de la tapicería, puesto que si es demasiado oscura el efecto será excesivamente frío y puede resultar poco acogedor.
Por ello, para la tapicería conviene elegir colores que equilibren el de la madera. Cremas y beiges son perfectos, pero también verdes e incluso granates. Lo ideal son tejidos lisos, pero si optas por estampados, siempre discretos, sobre todo si el diseño de la estructura de la silla es muy elaborado. Rayas, patrones geométricos sencillos o motivos florales sencillos son perfectos.
Colores para una decoración rústica
El color de las sillas en una decoración rústica es normalmente el de la madera natural, tanto en tonos claros como oscuros. Sin embargo, en las líneas más modernas de este estilo, en ocasiones con un toque shabby, se pueden pintar las sillas de blanco con un acabado envejecido o incluso en colores pastel para crear un efecto más atrevido y hasta romántico. Este tipo de sillas no suelen llevar tapicería, si se colocan cojines, mejor en colores claros lisos o motivos vegetales.
Sillas de estilo nórdico
La estructura de estas sillas es de madera de haya o de pino, es decir, en colores claros. En lo que respecta a la tapicería, el color protagonista es, sin duda, el blanco. Pero también es cierto que se trata de telas muy expuestas a manchas y suciedad, por lo que siempre es buena idea dejar paso a otros colores, aunque siempre neutros, sobre todo tejidos grises o marrones, aunque también se pueden emplear otros colores en su versión pastel.
Comedores industriales
Los colores del estilo industrial están muy marcados: son los marrones y el negro. Y son los que deben vestir las sillas del comedor, sobre todo este último, puesto que las sillas suelen ser metálicas y no siempre llevan asientos acolchados. ¿Hay alternativas? Sí, en caso de buscar un efecto menos marcado siempre cabe la posibilidad de optar por la gama de los grises, por elegir sillas con tapa de madera o, mucho mejor, con asientos revestidos en cuero.
Sillas para un comedor minimalista
Este estilo es de aspecto más bien sobrio. Por ese motivo, las sillas, tanto en estructura como en tapicería si la llevan, deben vestirse con una paleta cromática en la que predominan los colores neutros, especialmente negro, marrones y grises. El blanco también se admite, pero no es habitual en sillas de comedor.
Colores para un comedor vintage
La ventaja de la decoración vintage es que puede dar mucho juego a la hora de elegir las sillas del comedor. Y es que en este estilo cabe casi todo, desde la sobriedad de una silla de madera clásica al colorido o los diseños más atrevidos del estilo Memphis. Y puedes mezclar sillas diferentes sin ningún problema.
Sillas de comedor de estilo boho
En un estilo alegre, rompedor y con un toque alternativo, la elección de colores para las sillas de comedor se mueve en un amplio abanico cromático. Si te apetece, puedes introducir tapicerías en estampados llamativos o tejidos lisos en fucsia, azul eléctrico o verde esmeralda. ¿Te apetece mezclar? Hazlo, este estilo es pura libertad.