Los espejos son casi imprescindibles en cualquier hogar. Los necesitamos para vestirnos y acicalarnos, sirven para darnos ese último vistazo antes de salir de casa y llenan de luz y alegría las estancias. En el salón son todo un clásico porque, además, se convierten en un elemento decorativo fundamental.
Grandes, pequeños, redondos, cuadrados, con marco o sin él, hay miles de posibilidades de decorar con espejos. En el salón pueden ser los auténticos protagonistas, esos que den relevancia a las paredes. ¿Pero cómo colocarlos? Te damos las mejores ideas para que elijas la que mejor encaja con el tuyo.
Espejos para la pared del sofá
La pared del sofá suele ser la gran protagonista del salón, por eso es importante darle la relevancia que se merece con una buena decoración. Y los espejos son perfectos para ello. Hay, además muchas formas de colocarlos. La más clásica es con un gran espejo que ocupe buena parte de esa pared. Si optas por uno que tenga un buen marco no necesitarás nada más. Pero también puedes optar por uno tipo ventana.
Otra posibilidad muy atractiva es hacer una composición de espejos con modelos diferentes en tamaños y marcos. Puedes colocarlos apoyados en la pared o como al descuido en una estantería estrecha sobre el sofá. En cualquiera de los casos, el efecto decorativo será espectacular. Eso sí, recuerda que, elijas lo que elijas, los espejos nunca deben sobresalir de la línea marcada por el sofá.
Paredes que son espejo
Si tu salón es pequeño o no tiene mucha luz, los espejos son fundamentales. Una forma de ampliar los espacios es colocando un gran espejo de suelo a techo ocupando una de las paredes. Puede ser la del sofá o no. De esta manera conseguirás que tu salón gane en profundidad. En este caso, el consejo es intentar que la pared que refleje ese espejo no sea una pared sosa, al contrario, debe estar perfectamente decorada.
Si no te atreves a tanto, hay una solución intermedia, que es colocar un espejo más estrecho, pero también de suelo a techo en un punto focal destacado del salón. Con ello darás a la estancia un aire de sofisticación muy interesante y si los techos no son muy altos, conseguirán el efecto de que lo parezcan.
Espejos para separar ambientes
Una forma diferente pero muy vistosa de decorar el salón con espejos es usarlos como separadores visuales. Lo habitual es emplear alfombras para delimitar espacios o colocar algún tipo de mueble bajo que no sea demasiado pesado a nivel visual. Pero los espejos son una alternativa espectacular y muy original de conseguirlo.
Por ejemplo, si hay ventanas en la zona de estar y en la de comedor, se puede colocar un gran espejo apoyado en la pared entre esas ventanas. Además de separar los dos ambientes, le dará un toque de distinción a la estancia. Si prefieres algo más discreto, coloca una pequeña consola y sobre ella un espejo de dimensiones más reducidas, el efecto será el mismo.
Un detalle brillante para la chimenea
Otro de los lugares clásicos para colocar espejos es la chimenea. También tienen posibilidades muy atractivas. Más allá del típico espejo cuadrado o rectangular, puedes apostar por uno redondo. Este tipo de espejos tienen muchas ventajas: son tendencia, rompen la monotonía de los espacio y aportan algo de dinamismo a las estancias.
Más posibilidades muy decorativas: la primera, hacer, al igual que sobre la pared del sofá, un bodegón de espejos diferentes apoyados en la repisa de la chimenea; la segunda, optar por un espejo de tipo ventana, que siempre resultará muy decorativo. Y si buscas algo realmente distinto, opta por un espejo de aspecto envejecido, en ambientes clásicos queda genial.
Otras formas de decorar el salón con espejos
Los espejos siempre dan mucho juego. Hay un sinfín de posibilidades. Todas ellas son decorativas y cumplen a la perfección esa otra función de multiplicar la luz y conseguir que el salón parezca más grandes. ¿Necesitas ideas diferentes? Aquí tienes algunas muy atractivas:
- Si hay un pared sosa, puedes darle relevancia colocando una estantería con un espejo vistoso apoyado en ella. Lo mismo puedes hacer sobre los radiadores para disimularlos.
- Los espejos tipo sol, con su estilo vintage, son también un buen complemento para vestir una pared aburrida. Si no te apetece ese toque antiguo, los hay de diseños modernos realmente atractivos.
- Dos espejos iguales en paralelo son una buena idea si lo que buscas es dar equilibrio y serenidad al salón. Pero recuerda que debes elegir bien su tamaño para que no sean ni demasiado pequeños ni grandes en exceso.
- Una forma diferente de usar los espejos es vestir una pared con modelos de diferente tamaño, estilo y molduras. Es una gran idea para aportar dinamismo a la estancia y romper la simetría si quieres darle un aspecto más vitalista.
Con estas ideas solo queda tener en cuenta un último aspecto para decorar el salón con espejos: si lo que buscas es, además de decorar con ellos, dar luminosidad al salón, elige bien el lugar donde los colocas. Lo ideal es ponerlos en un punto en el que reciban la luz directa de las ventanas.