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Este es el sillón más famoso: una máquina del descanso

La chaise longue Le Corbusier, más conocida como la LC4 Le Corbusier, fue creada en 1928 fue definida por su creador como una "auténtica máquina de descansar"

Definida por su creador como una «auténtica máquina para descansar», la chaise longue Le Corbusier, más conocida como la LC4 Le Corbusier, es uno de los muebles más icónicos de la historia del diseño. Podría decirse incluso que es el más famoso, y en su creación, además del célebre arquitecto suizo que le da nombre, fue fundamental el papel de una mujer, la arquitecta francesa Charlotte Perriand, a la que cada vez se le reconoce más su influencia. También Pierre Jeanneret, arquitecto y diseñador suizo, primo además de Le Corbusier.

La estructura de este sillón es de acero cromado sobre un base de acero lacado que le proporciona estabilidad, aunque sus diseñadores la crearon para ser utilizada directamente sobre el suelo. Este diván cuenta con un mecanismo ajustable que permite que el asiento pueda reclinarse en el ángulo determinado por el usuario. Lo único que tiene que hacer es activar un mecanismo situado en el lado derecho de la chaise longue y regular el ángulo con su propio peso. Todo un avance en el diseño de muebles.

LC4 Le Corbusier, una máquina de descansar

Los muebles de diseño de Le Corbusier son un todo un icono y un objeto de deseo para todos los amantes de la decoración y del mobiliario vanguardista de principios del siglo pasado. Para este arquitecto y diseñador de origen suizo, afincado en Francia hasta su muerte en 1965, la casa debía ser un lugar donde vivir, basado en la funcionalidad y el minimalismo. Un concepto de hogar que sentó las bases de lo que sería en adelante un estilo de vida.

Chaise Longue LC4 en negro

Esta butaca que nos ocupa fue creada en 1928 como parte del mobiliario para la «Villa Church», una vivienda proyectada por Le Corbusier en Ville d’Avray, aunque oficialmente fue presentada en el Salón de Otoño del Diseño de 1929. Son los primeros pasos de «La machine à habiter (la máquina para habitar)» un concepto mucho más amplio concebido y mejorado por Le Corbusier a lo largo de su vida como la definición perfecta de vivienda, donde debía primar el componente funcional.

Todo ello en consonancia con la racional Perriand, quien según han pasado los años, ha sido cada vez más puesta en valor y reconocida como la gran cabeza pensante que supo trasladar el universo Le Corbusier a infinidad de objetos cotidianos. Sillones, mesas, sillas, estanterías, armarios o banquetas, entre otros, llenos de modernidad, tradición y funcionalidad, junto con un particular interés por el uso de formas orgánicas fruto de su amor por la naturaleza.

El sillón L4 se presentó como una «auténtica máquina de descansar», ya que tiene en cuenta las curvas naturales del cuerpo siendo uno de los primeros objetos ergonómicos que, además, se ha convertido en todo un referente del diseño. Dejaba así atrás su creador las formas abigarradas del decó francés de los años 20 y 30. Funcionalidad y diseño debían ir de la mano. La Chaise Longue L4 está formada por tres cuerpos independientes: la base, como un caballete metálico en forma de H; sobre él reposa la llamada cuna o tubo metálico moldeado, y por último, el cuerpo del asiento, tapizado en piel de potro o cuero.

El sillón se puso en producción poco después por la empresa de muebles Thonet, y en 1964 el diseñador fabricante de muebles Cassina, con origen en la localidad italiana de Meda, adquirió los derechos para fabricar toda la colección de muebles de Le Corbusier y Perriand, por lo que hoy en día esta veterana firma sigue siendo el fabricante oficial del definido por muchos como el sillón más cómodo del mundo. Es tal su influencia que ha pasado a formar parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Pero su trascendencia no se limita sólo al lado occidental del mundo. Otra influencia innegable de estos diseñadores se produce con el arte japonés, con quien Perriand estuvo directamente relacionada. Tras terminar su colaboración con Le Corbusier, emprendió un viaje a Japón y Vietnam, donde permaneció hasta 1942. Fue entonces cuando creó la versión Tokyo de la Chaise Longue L4, fabricada en madera de bambú, que hoy también reproduce fielmente Cassina y que supuso un paso más en su investigación de las formas orgánicas.

Si se quiere adquirir una de estas chaise lounge, cuyas medidas son 160 cm de largo y 56,4 cm de ancho, se debe saber que Cassina las fabrica en cuero negro o cuero de pony y su precio está en torno a los 4.000 euros, o incluso más.  Pieza admirada por su esquemático diseño, que la convierte en una pieza estéticamente irreprochable y funcionalmente perfecta, son numerosas las réplicas que pueden encontrarse en el mercado comercializadas por diversas marcas y empresas de decoración a unos precios bastante más económicos.

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