Muebles arriba y abajo para tener mucho sitio de almacenaje. Es lo que estamos acostumbrados a ver en cocinas, sobre todo cuando son pequeñas. Pero precisamente esa forma de amueblarlas puede hacer que se vean aún más reducidas. Por eso, no solo en cocinas grandes, también en aquellas que no lo son tanto, prescindir de los muebles altos es una idea decorativa perfecta.
¿Pero qué ocurre con esas cacerolas, utensilios de cocina, vajillas etc. que sí o sí tenemos que tener a mano en la cocina? Siempre hay soluciones imaginativas y muy prácticas para aprovechar al máximo el espacio de los muebles bajos. Todo es cuestión de organización. Vamos a dar un repaso a todas las ventajas de una cocina sin muebles altos y dar algunos consejos para aprovecharla. Si estás pensando en renovar la tuya, ten en cuenta que este tipo de cocinas cada vez se llevan más.
Ventajas de las cocinas sin muebles altos
Una cocina sin muebles altos puede ser tan decorativa, práctica y funcional como cualquiera que tenga amueblada la parte superior. Pero ofrece algunas ventajas que hay que tener en cuenta. La primera de ellas tiene que ver, precisamente, con las cocinas pequeñas. Al eliminar los armarios altos, las paredes se aligeran y los espacios no se reducen visualmente. La cocina, por lo tanto, parecerá mayor.
No solo en cocinas pequeñas, también en aquellas que tienen muebles en colores oscuros o que son poco luminosas esta es una solución perfecta. Al quitar los armarios superiores, si las paredes son en color claro, la cocina ganará en luminosidad y también en amplitud visual. Trabajar en ella, de esta manera, será mucho más cómodo.
Las cocinas sin muebles altos tienen más ventajas. Por un lado, su limpieza es mucho más rápida y sencilla. Y no hay que olvidar que limpiar la cocina suele ser una de las tareas de casa más tediosas. Por otro lado, es una buena manera de almacenar solo aquello que necesitamos realmente. Y, además, este tipo de cocinas ofrecen un aspecto sencillo, pero mucho más actual.
Cómo vestir las paredes de una cocina sin módulos
Puede que al perder los armarios altos la cocina nos parezca algo desnuda, pero siempre hay formas de decorarla para darle un toque de estilo o tener algunos accesorios a mano. Elegir una idea u otra dependerá de gustos y necesidades porque prescindir del mobiliario superior no quiere decir que las paredes queden vacías. Estas son algunas ideas perfectas:
- Colocar una campana decorativa: hoy en día hay campanas con diseños muy atractivos y suficiente presencia como para que la pared en la que están no necesite nada más a nivel decorativo.
- Estantes y baldas corridas: a nivel visual son muy ligeros. Pueden ser pequeños estantes a diversas alturas o una única balda que ocupe la pared. Lo importante es que no sean anchos y combinen con el mobiliario bajo. Son perfectos para vasos, platos o pequeños utensilios.
- Colgadores: al igual que las estanterías, permiten tener a mano accesorios que necesitamos para cocinar y los hay realmente decorativos.
- Cuadros: las últimas tendencias introducen el arte en todas las estancias de la casa, también en la cocina. Por ello, puedes elegir unas láminas bonitas para decorar alguna de las paredes y darle un toque muy personal a la estancia.
Si vas a hacer obras, siempre puedes aprovechar para hacer que la pared principal de la cocina destaque de algún modo. Por ejemplo, revistiéndola de un azulejo más llamativo que el resto de las paredes. Si no tienes pensado reformar los revestimientos, simplemente puedes poner un antepecho. Los hay de cristal, acero inoxidable o vinilo realmente bonitos y muy decorativos, son maravillosos para renovar el estilo de la cocina de una forma sencilla.
Cómo organizar una cocina sin módulos altos
Si la cocina es pequeña, puede surgir el problema del almacenaje. ¿Dónde guardar todo lo que se necesita para el día a día? El primer consejo es dar un buen repaso a todo lo que se tiene en el interior de los armarios Muchas veces guardamos utensilios, cacerolas o pequeños electrodomésticos que no usamos y que ocupan un espacio precioso. Lo ideal es sacarlos de la cocina, guardarlos en el trastero o deshacerse de ellos.
El otro consejo básico, es optimizar el espacio del que se dispone. Para ello, nada como los organizadores. Los hay de todo tipo: para cajones, para gavetas, para colgar en las puertas de los muebles o giratorios para poder aprovecha los armarios esquineros. Una cocina bien organizada es una cocina en la que caben muchas más cosas de las que tal vez imaginas.
Y, si realmente necesitas un especio extra, siempre puedes colocar esas baldas que te darán un respiro o incluso un único mueble alto tipo vitrina que sea vistoso. Dará un toque muy personal a la cocina y se convertirá en punto focal de la estancia. De esta manera, conseguirás una cocina tan personal como bonita.