Las torrijas son el dulce o postre más típico de Semana Santa en España, pero no es precisamente de los más ligeros, pues requiere de fritura y tiene una gran cantidad de azúcar. Por ello no se debe abusar de este dulce, por muy rico que esté.
No obstante, existe una receta que es algo más saludable, y cuyo conocimiento le alegrará el día al más obsesionado u obsesionada por llevar una dieta sana: la torrija sin freír. Sí, aunque parezca mentira existe, y no tiene nada que envidiarle a la tradicional. A continuación, te enseñaremos cómo prepararla. ¡Esperamos que te guste!
Para esta receta, guarda la sartén
Parece impensable preparar una torrija sin utilizar una sartén para freírla, ¿verdad? Es normal que estés sorprendida o sorprendido, pero dejarás de estarlo cuando veas que esta receta tiene mucho sentido y que, además, te permite consumir este dulce tan rico de una forma más sana. En esta sección, tienes toda la información para aprender a hacer unas torrijas caramelizadas sin freír y, además, sin huevo.
Ingredientes necesarios
- 8 rebanadas de pan del día anterior
- 250 mililitros de leche entera
- 100 gramos de azúcar
- 1 rama de canela
- 1 cáscara de naranja
- Azúcar moreno
Elaboración
Si completas todos los pasos bien, podrás disfrutar de unas torrijas deliciosas y más ligeras. Igual llevabas mucho tiempo buscando una forma para comer este postre sin sentirte culpable. Si ese es tu caso, estás de suerte, porque este dulce está riquísimo sin necesidad de freírlo:
- Pon la leche a cocer en un cazo junto con los 70 gramos de azúcar, la canela y la cáscara de naranja. Lleva esta mezcla al punto de ebullición vigilando que la leche no suba. Cuando hierva, baja el fuego y déjala cocer durante un par de minutos.
- Retira la mezcla del fuego, tapa el cazo y deja que se infusione todo durante 5 minutos.
- Dispón las rebanadas de pan en una fuente, una al lado de la otra y, sobre ellas, vierte con cuidado la leche a través de un colador para que no caiga ningún resto de canela o de piel de naranja. Espera un minuto y dales la vuelta a las rebanadas, dejando que se empapen por el otro lado durante otro minuto.
- Deja que escurran el exceso de líquido con cuidado, lleva las torrijas al plato en el que las vayas a servir, espolvoréalas con un poco de azúcar moreno y caramelízalas con soplete, hasta que aparezca una especie de costra dorada, cuidando de que no se queme en exceso, porque si no se amargaría. Para ello, mueve el soplete por toda la superficie, sin quedarte en un punto concreto.
- Ya que no las fríes, tienes que consumirlas inmediatamente para aprovechar el calor de la leche templada y el azúcar recién caramelizado. Hay quien prefiere dejarlas en la nevera antes de caramelizarlas para tomarlas frías, pero eso lo dejamos a tu elección. ¡Bon appétit!