La mayoría de las personas coinciden en que a simple vista la acelga no es una verdura muy popular ni atractiva, y cuando chicos, al igual que la espinaca, la mirábamos de reojo y le huíamos para no comerla. Sin embargo, debes saber que es un ingrediente muy versátil de la cocina y goza de una gran cantidad de propiedades saludables, proteínas y minerales que vale la pena aprovechar.
¿Qué beneficios aportan las acelgas?
La acelga es una hortaliza de hoja verde sumamente recomendada por los expertos en dietética por una larga lista de razones. Entre las más destacadas se encuentra la cantidad de proteínas que posee (incluso más que la misma espinaca), su poder antioxidante y el bajo nivel de calorías. También es útil para lo siguiente:
- Elevado contenido de vitamina C, capaz de fortalecer el sistema inmune.
- Contiene vitamina K, la misma favorece la coagulación sanguínea del organismo, razón por la que es idónea en casos de hemorragias o hematomas.
- Sumado a eso, la vitamina K junto al calcio contenido fortifica los huesos, beneficiando el sistema óseo y evitando la osteoporosis.
- Gozan de alta cantidad de minerales, con especial presencia de calcio, hierro, potasio y magnesio y ácido fólico, útiles para tratar la anemia.
- Son ricas en fibra soluble, lo cual contribuye a regular el tránsito intestinal, combatir el estreñimiento, mejorar la digestión y cuidar del sistema gastrointestinal en general.
- Ayudar a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos de la sangre.
- Son diuréticas e ideales en dietas para pérdida de peso puesto que son bajas en calorías.
Pasos para cocinar la acelga
Existen diferentes opciones a la hora de preparar las acelgas: al vapor, hervidas, sofritas con ajo y aceite, crudas en ensaladas, horneadas en pasteles, en licuados depurativos y demás. Sin lugar a dudas, es una aliada de la alimentación fácil de cocinar y con ella se pueden preparar platos adecuadas para todas las necesidades nutricionales y preferencias gastronómicas en sabor. No obstante, es vital que tengas en consideración estos sencillos trucos para sacarle todo el provecho a las acelgas:
- Escógelas frescas: asegúrate que las hojas no sean demasiado grandes y tengan un color verde brillante, oscuro y uniforme. Si su color es verde amarillento, con pencas fibrosas, es posible que su sabor sea más amargo.
- Lávalas correctamente (incluyendo las que venden cortadas y “listas para usar”).
- ¡No la dejes mucho tiempo! Ten presente que se trata de un vegetal que se daña rápido, por ende, no dejes que pases más de 4 o 5 días para cocinarla y comerla.
- Puedes dividirla y cocinarla en dos partes: las hojas y el tallo. Con las hojas cocinas diversas recetas tal y como la espinaca, mientras que el tallo podrías rebosarlo, rellenarlo o trocearlo, dejarlo enfriar y usarlo en ensaladas.
- Es importante que recuerdes que las hojas, al ser más finas, se cuecen en menos tiempo que las pencas, por ende, se recomienda cocinarlas por separado y así evitar que las hojas se cocinen en exceso.
- Si deseas congelarlas, es importante que las hiervas por 3 minutos, las escurras bien y luego las guardes en un recipiente o bolsa de tu preferencia.
Las mejores recetas para cocinar con acelga
Despídete de la mentalidad de peque prejuicioso y dale una oportunidad a lo grande a esta bondadosa hortaliza. Aprende a cocinarla de diferentes maneras incluyendo sus hojas y tallos, aprovechando cada parte de ella, y te darás cuenta de lo que te has perdido este tiempo. Combínala con otras verduras, hazla con pasta, prepara carne, un omelette y hasta un flan. A continuación te enseñaremos a llevar a cabo 5 recetas sencillas y riquísimas con acelga:
Fatayer de acelga
Mis padres son de origen sirio, por lo que las verduras y especies siempre han ido de la mano en la cocina. Una de las principales recetas árabes que aprendí y que va de maravilla como bocado o tentempié a cualquier hora del día, son los fatayer de acelga. Esta es una especie de empanada crujiente rellena de vegetales que no puede faltar en las reuniones familiares o celebraciones de medio oriente. Para 30 unidades de tamaño mediano necesitas lo siguiente:
Ingredientes para la masa:
- 500 gramos de harina de trigo todo uso.
- 100 ml de leche.
- 20 gramos de levadura.
- Una cuchara de sal.
- Una cucharada de azúcar.
- Agua.
Ingredientes para el relleno:
- 500 gramos de acelga fresca.
- 2 cebollas medianas troceada.
- Un par de tiras de cebollín troceado.
- Un pimentón troceado.
- 6 dientes de ajo.
- Una cucharadita de pimienta.
- Sal al gusto.
- Zumo de 4 limones
- Aceite de oliva o el de tu preferencia (la cantidad varía de acuerdo a las necesidades nutricionales).
Pasos para la preparación:
- Lo primero a preparar es el relleno. Para ello, debes pasar las acelgas picadas por agua caliente un par de minutos y luego dejar escurrir y exprimir muy bien (ya que botan mucho líquido y no queremos que se rompa la masa).
- Cuando le hayas quitado el líquido sobrante, añade la sal y el zumo de limón y remueve bien, siempre dejando que se escurra.
- Seguido de ello, mezcla el agrega de los ingredientes picados: la cebolla, pimentón, cebollín y el ajo. Además de eso, añade la pimienta, sal y un poco de aceite y guárdala en el refrigerador mientras haces la masa.
Para la amasa, toma un recipiente pequeño coloca la leche tibia, la levadura y la azúcar, luego debes mezclarlo muy bien y guardarlo por 5 a 10 minutos para que fermente un poco. - Luego, en un bowl hondo vacía la harina de trigo y la sal, agrega la mezcla anteriormente fermentada y añade un poco de aceite de oliva y agua.
- Remueve y amasa en una superficie plana previamente espolvoreada con harina de trigo hasta que ya casi no se pegue en tus dedos y su consistencia sea uniforme. Tápala y déjala reposar en un lugar oscuro por 45 minutos.
Una vez que haya reposado, corta la masa en pequeñas bolas y déjalas en una bandeja con una mínima capa de harina. - En la misma superficie plana con harina, aplana una bolita de masa tratando de que quede circular, coloca un poco del relleno en el centro y dobla el lado derecho hacia adentro, luego el izquierdo y finalmente la parte de abajo hacia arriba para que quede con forma de triángulo.
- Una vez hecho esto con todas las empanadas y que estén en una bandeja, hornéalas a 250°C por 10 minutos aproximados o hasta que estén doradas y bien cocidas. ¡Que se me ha hecho agua la boca!
Nota: esta receta puedes variarla y agregar tus ingredientes preferidos como queso mozzarella, ricota, picante, o incluso combinar con espinacas.
Tortilla de acelgas
Esta es otra de mis recetas favoritas, principalmente por lo fácil y rápida de su preparación y por ser nutritiva, baja en calorías, completa y adecuada para cualquier hora del día ¡Una sabrosa bomba de proteínas y antioxidantes!
Ingredientes (para 3 o 4 personas):
- 500 gramos de acelgas frescas.
- 1 cebolla mediana.
- 2 dientes de ajo.
- 4 huevos.
- Sal y pimienta al gusto.
- Aceite de oliva.
Proceso de elaboración:
- El primer paso, al igual que en toda elaboración en la que esté presente este vegetal, es lavarlas, escurrirlas y quitarles los nervios. Luego, córtala en trozos pequeños y cuécelas en agua hasta que ablanden. Otra alternativa es llevarlas al microondas durante 4 minutos en un recipiente apto con un poco de agua y bien tapado.
- Deja que reposen las acelgas cocidas y cuélalas para quitar toda el agua de las mismas.
- Corta la cebolla y ajo y sofríe en un sartén con un toque de aceite de oliva durante un par de minutos.
- Añade las acelgas secas a la sartén y baja el fuego mientras se van salteando. Por otro lado, bate los 4 huevos en un recipiente y añade poco a poco a las acelgas salteadas con cebolla y ajo. Sazona con sal y pimienta al gusto.
- Una vez que la tortilla haya tomado su forma y haya cuajado, gírala (con cuidado de no quemarte) y espera que se cocine correctamente y se dore al nivel que lo prefieras.
- Finalmente, apaga el fuego y déjala reposar un par de minutos. Sirve y ¡Buen provecho!
Acelgas salteadas
El solo hecho de pensar e imaginar el sabor de esta receta se me hace agua la boca, y es que es jugosa, deliciosa y rica en propiedades como el hierro, ácido fólico potasio y vitamina A y C, estupendas aliadas para mantenernos llenos de energía, saludables y con un tránsito intestinal adecuado.
Ingredientes:
- 400 gramos de acelga.
- 2 papas medianas.
- 4 dientes de ajo.
- Una cebolla pequeña (opcional).
- Sal y pimienta.
- Aceite.
Paso a paso
- Para esta preparación solo se requieren las hojas, por lo que debes lavarlas y cortarlas hojas en pedazos pequeños y apartar las pencas ¡Pero que no se te ocurra botarlas! Guárdalas para usarla en otras recetas como ensaladas con garbanzos o pencas rebosadas (más adelante te enseñaré como hacerla).
- Pela y lava las papas y trocéalas en forma de dados.
- En una cacerola coloca las acelgas y las papas troceadas y cuécelas a fuego alto durante 20 minutos (o hasta que la papa se ablande).
- Una vez cosidas, retira del fuego y escurre. En el tiempo que las verduras se escurren, prepara el salteado en aceite con el ajo y la cebolla cortados en pequeñas rodajas.
- Hecho este salteado, agrega la acelga y la patata y sazona con la sal y pimienta moviendo constantemente por unos cuantos minutos hasta que el agua que bota la acelga se evapore por completo. ¡Y listo!
Nota: asimismo, puedes añadir otros ingredientes de tu preferencia como jamón, pollo, champiñones, piñones, etc.
Acelgas Guisadas
Particularmente hablando, este es uno de mis vegetales más amados y la madurez me hizo entender lo beneficiosas que son y la versatilidad que ofrecen en la cocina. Estas cremosas acelgas guisadas son un as bajo la manga como acompañante, no amerita muchos ingredientes, se aprovechan tanto el tallo como las hojas y son sumamente sencillas (además de diuréticas y ligeramente laxantes).
Ingredientes
- 350 gramos de acelgas.
- 2 tomates medianos cortados en cuadros.
- 3 tallos de cebolla de rama troceada.
- 3 dientes de ajo.
- 2 cucharadas de mantequilla.
- Sal, pimienta y comino al gusto.
- 50 ml de leche.
- 2 cucharadas de crema de leche (opcional).
- Queso parmesano (opcional).
- Champiñones laminados (opcional).
Instrucciones
- Lava las acelgas, escúrrelas, corta la punta de los tallos. Retira los hilos o nervios tirando de las esquinas de las pencas.
- Corta las hojas y tallos (por separado) en cuadros pequeños.
- En un sartén a fuego medio coloca aceite y mantequilla y realiza un guiso sofrito con los vegetales cortados en trozos (cebolla en rama o cebolla normal y el ajo troceado).
- Una vez la cebolla se ablande, añade la sal, comino y pimienta a tu preferencia e incorpora los tomares picados en pequeños pedazos.
- Sofríe por 5 minutos hasta que los tomates suelten líquido y se ablanden y revuelve.
- Añade los tallos picados y los champiñones laminados y déjalos cocinar por 5 minutos más a fuego alto.
- Agrega las hojas de acelga, la leche, crema de leche y revuelve nuevamente.
- Tápalo y déjalo cocer medio tapado por 15 minutos a fuego bajo-medio revolviendo cada en un par de ocasiones.
- Una vez cocido y los tallos ablandados, déjale reposar 5 minutos y sirve con un toque de queso parmesano rallado encima.
Pencas de acelgas rebosadas
En el último peldaño se encuentra una preparación muy -pero muy- deliciosa, y, aunque no es exactamente “baja en grasa”, es un pecado válido para todos siempre y cuando no se abuse de él. ¡Hay que cuidarse, pero la vida es una! Fíjate cómo se hace:
Ingredientes
- 10 pencas de acelga.
- 3 lonjas de jamón york.
- 3 lonjas de queso.
- 3 huevos.
- Harina de trigo.
- Aceite para freír.
¿Cómo hacerlas?
- Lava y separa las pencas de las hojas.
- Limpia las pencas cortando la punta del tallo y tira hacia cada extremo de cada lado para retirar los hilos que tienen a lo largo.
- Hecho esto, se deben cocer con agua y sal durante un tiempo aproximado de 20 minutos o hasta que estén casi blandas.
- Escúrrelas y déjalas secar naturalmente o con papel absorbente.
- Coloca las lonjas de jamón y queso y ciérralas en forma de bocadillo (enrolladas hacia adentro o en espiral) y pínchalas con un palillo.
- Enciende una cazuela llena de aceite para freír, pasa las pencas de acelga por harina y luego por huevo batido con un toque de sal y fríelas en abundante aceite hasta dorarse.
Esta hortaliza, a pesar de no ser la gran elegida por muchos, ¡debería serlo! Solo hay que darle una oportunidad con cualquiera de estas recetas y comenzar a disfrutar de todas las alternativas en menús de comida rica y saludable. ¿Y a ti, cuál te gustó más?