Las torrijas son un dulce de origen europeo y de una extensa tradición en España, está conformado por una rebanada de pan empapada en leche y rebozada en huevo que seguidamente se fríe en abundante aceite y se endulza con miel o azúcar siendo sumamente similar a la tostada francesa. En la cultura española esta receta de torrijas está arraigada a las festividades de la Semana Santa y de la Cuaresma así como en todas las regiones donde la cultura española ha logrado incluirla gracias a su influencia y a la migración, como es el caso de muchos países de América y del Caribe.
Un bollo esponjoso y suculento además de repleto de dulzura y de una preparación muy sencilla que además acepta incontables variables relacionadas con sus resultados finales haciendo uso de ingredientes adicionales. Con versiones de torrijas que pueden hacerla diferencia y ser consumidas por veganos, diabéticos, celiacos, así como por personas de todas las edades, representando y ofreciendo una mirada y una alternativa gastronómica, cultural y nutritiva a todo lo largo de la geografía española.
Las torrijas: una receta con larga historia
Tostadas, torrijas o torejas son algunas de las posibles denominaciones con las cuales se conoce a este popular postre en dependencia de la zona geográfica a la que se haga referencia. Los romanos ya conocían de ellas en el siglo I D.C. y perfectamente descritas por el gastrónomo Marcus Gavius Apicius el cual menciona un dulce con una gran similitud a las torrijas. Este consistía en una rebanada de pan sumergida en leche y luego freída a la cual se le llamaba “aliter dulcia” (plato dulce). (Salvando las distancias de no hacer mención al huevo).
En la Europa de la época medieval este pan remojado en leche y endulzado fue ampliamente conocido bajo muchas denominaciones “soupys yn dorye”, “pain perdu”, “tostées dorées” por nombrar solo algunas. Así mismo el famoso Martino da Como en su faceta de gastrónomo europeo del siglo XV escribió una receta sobre las torrijas detallando que este pan jugoso se servía generalmente con carnes y aves de caza. Donde la palabra “soup” que generalmente se cita en referencia a este plato se refiere a que el pan ha sido sumergido en un líquido “sopa”.
Es importante destacar que en el siglo XV el recetario atribuido al cocinero Guillaume Tirel de origen francés hace referencia a las “tostadas doradas” tostées dorées, las cuales consistían en una rebanada de pan bañada con huevo batido, freídas en sartén y posteriormente espolvoreadas con azúcar, es decir: una torrija.
Receta de torrijas, para una calidad inigualable
A continuación os presento la receta catalogada como “base” y de la cual es posible lograr ciertas variables, adicionando ingredientes y consiguiendo giros o inclinaciones de la balanza hacia específicos gustos, veamos.
https://youtu.be/xldNHOyd4hk
Ingredientes para hacer la receta de torrijas:
- Pan de tu elección (se recomienda el brioche y ser de días anteriores).
- 1 litro de leche.
- 80 gramos de azúcar.
- Piel de naranja y limón.
- 1 rama de canela.
- Huevo (los suficientes para rebozar).
- 1 cucharada de esencia de vainilla.
- Azúcar y canela (para servir y decorar).
- Aceite de oliva (el suficiente para freír).
La preparación de las torrijas, receta detallada
- En una cazuela lo suficientemente grande viertes la leche, las cáscaras del limón y de la naranja, además de la rama de canela.
- Llevas al fuego durante 90 minutos sin dejarlo hervir, removiendo constantemente y transcurrido este tiempo añades los 80 gramos de azúcar y la esencia de vainilla.
- Mientras das tiempo a que la leche pueda alcanzar la temperatura ambiente debes de cortar el pan en rebanadas gruesas (2 – 3 centímetros). Aunque recomendamos el pan brioche por ser esponjoso y mantener una excelente tasa de absorción de la leche aromatizada, logrando resultados de mejor calidad que con otros panes, pero puedes utilizar cualquier otro tipo que tengas disponible.
- Empapa estas rebanadas sumergiéndolas en la leche aromatizada, es importante constatar y dar el necesario tiempo para que el pan pueda absorber la mayor cantidad de leche posible.
- Seguidamente vas colocando cada una de ellas (por ambos lados) sobre el huevo batido y de allí directamente a la sartén con aceite de oliva.
- Finalmente las retiras y déjalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasas y sirves espolvoreadas con una mezcla de azúcar y canela.
A modo de complemento puedes mirar el siguiente video donde podrás apreciar al detalle otra variable de esta deliciosa receta de torrijas, en esta oportunidad una opción casera con todos los secretos y consejos de las madres como insuperables conocedoras de la magia de estas recetas tradicionales españolas.
Todas las recetas de Torrijas
El origen del consumo de esta dulce receta de pan
Aunque actualmente mantienen un consumo asociado con las festividades de la Semana Mayor y de la Cuaresma es evidente que en sus inicios las torrijas no mantuvieron ningún tipo de relación con este tipo de celebraciones religiosas, su origen se remonta a las épocas de escasez de alimentos y estaban estrictamente destinadas a ayudar en la recuperación física de las parturientas luego de dar a luz.
Estas se servían acompañadas de una copita de vino y con pan de un tamaño mucho menor al que conocemos hoy día, sus grandes cualidades nutritivas y el hecho de las prohibiciones obligadas referentes al consumo de carne en estas fechas religiosas lograron hacer de las torrijas un plato esencial para el consumo de los seguidores del ayuno de la Cuaresma.
Además al eliminar el consumo de carne evidentemente disminuía el consumo de pan (por asociación), este pan no consumido se endurecía y para no perderlo las “torrijas” lograron efectivamente convertirse en una solución satisfactoria para todas las partes, incluidas las necesidades de ayuno donde evidentemente se excluyen las carnes. Lo que permitió llenar los estómagos de los feligreses con un alimento de alto contenido calórico, sin romper las prohibiciones alimenticias religiosas para esta época.
El consumo de las torrijas continúa su camino a lo largo de la historia y logra aumentar de modo significativo durante el periodo de la dictadura franquista denominado “los años del hambre” en la década de 1940. Estas celebraciones religiosas se mantuvieron durante el férreo control que la dictadura de Franco mantenía durante las miserables épocas posteriores a la guerra y donde la falta de alimentos fue una constante. Las torrijas lograron llenar este espacio logrando convertirse en un plato recurrente en las mesas gracias a lo barato de sus ingredientes y a la posibilidad de encajar perfectamente bien con las reglas alimenticias de la Cuaresma.
La procedencia del peculiar nombre “torrija”
Esta terminología “torrija” es un término de moderna acuñación y que hizo su debut en los diccionarios recientemente (históricamente hablando) en el año 1591. Debido a que el ingrediente principal de la receta de torrijas es el pan, se lograron utilizar nombres emblemáticos relacionados con tostadas, rebanadas, torradas y que por degeneración resulto en “torrija” que literalmente significa trozo de pan.
Una excelente sociedad entre la Semana Santa y las torrijas
Esta vinculación con la época de la Cuaresma y de la Semana Santa es peculiar y posiblemente no tenga un único motivo, sino una gran cantidad de posibles inspiraciones para que las torrijas sean en la actualidad el plato típico de esta temporada y aún más allá, porque efectivamente su popularidad ha logrado traspasar las fronteras de las temporadas religiosas e instalarse en los menús de incontables restaurantes con una disponibilidad continua a lo largo de todo el año.
Aunque su consumo en la época de Cuaresma se atribuye a las prohibiciones del consumo de carne (que tampoco era de sobra en la edad media) y a que este bajo consumo supuestamente indujo un bajón en el del pan (es difícil imaginar la época del siglo XV con excedentes en la producción de este alimento), por lo que en la actualidad existen teorías con resultados encontrados y diversos. Lo cierto es que las torrijas se asocian de forma directa con épocas de escasez y carestía alimenticia.
Por lo que la posibilidad de lograr conseguir aprovechar el posible pan duro para disfrutar de un postre o dulce que fuese accesible y delicioso (solo leche, pan, miel, azúcar, canela, huevos) fue llamativa. De hecho, lo ideal es que el pan para la preparación de las torrijas se encuentre duro (2 o 3 días) además de mantener una vinculación extraordinaria con lo religioso al ser consumida en vino y ofrecer un vínculo con el cuerpo y la sangre de Cristo.
En la actualidad las torrijas han perdido cierta vinculación religiosa y es posible conseguirlas de modo habitual en las tabernas y en los restaurantes españoles. Siendo perfectas para ser acompañadas con un buen vino o con una taza de té.
Las torrijas en el mundo
Su consumo no se limita solamente a España y la torrija dada su amplia variedad y su flexibilidad para aceptar ingredientes adicionales ha logrado ganarse un destacado lugar de honor en las mesas y en los menús a nivel mundial. De allí que muchos países mantengan sus propias versiones de este dulce tradicional gastronómico, mira sus versiones y sus nombres en los diferentes escenarios:
- Francia: “Pain perdu” o pan perdido.
- Gran Bretaña: “Poor knights of Windsor”.
- Países bajos: “Wentelteejfe”.
- Suiza: “Fotzelschnitten”.
- Alemania: “Arme Ritter”.
- Portugal: “Rabanadas”.
- México: Torrijas.
- Australia: “Pofesen”.
- Hungría: “Bundás kenyér”
- Estados Unidos: “French toast”.
Las tostadas francesas se suelen confundir con las torrijas, y no es de extrañar, ya que la forma de prepararlas es muy parecida a la del dulce típico español. Además, los ingredientes que se utilizan en su elaboración también son muy parecidos. Entonces, ¿qué diferencia real hay?
Lo único que verdaderamente les diferencia es la forma de cocinarlas, ya que la torrija se fríe en aceite y luego se reboza en azúcar, mientras que la tostada francesa se hace a la plancha espolvoreando azúcar sobre ellas, para que se caramelice con la mantequilla que se vierte en la sartén. En este artículo te explicaremos cómo preparar unas deliciosas tostadas francesas.
Cómo elaborar uno de los dulces más consumidos en Francia
Esta receta tiene un origen popular. Fue creada por cocineros europeos para aprovechar el pan del día anterior: de ahí su nombre original en francés, que es pain perdu (pan perdido o desaprovechado). En el desayuno galo se sirve mucho este dulce, y también ha ganado bastante popularidad en otros países bastante lejanos a Francia, como por ejemplo Canadá o Estados Unidos. De hecho, en Norteamérica se les conoce como french toasts, y también se sirven mucho en el desayuno.
La tentadora torrija española y sus variantes
En España la tradición por este dulce es maravillosamente grande con implicaciones económicas en la época de escasez así como religiosas en la Semana Santa, sin dejar de lado las implicaciones médicas y nutritivas para alcanzar la estabilidad nutricional de las débiles parturientas, por lo que efectivamente forma parte integral de la historia gastronómica de este país y como un claro ejemplo las torrijas de Madrid son un plato que tienes que degustar en estas festividades.
Las variantes de la torrija receta son innumerables y estas pueden comenzar por el pan el cual puede perfectamente ser una masa preparada para tal fin o emplear cualquier sobrante de pan de días anteriores. Además es posible la incorporación de cáscara de limón al aceite de oliva para lograr una genial aromatización.
La canela juega un papel imprescindible en esta receta aunque es común la presencia de clavo de olor en muchas versiones de torrijas y hasta es posible conseguir situaciones donde se añade nata o crema pastelera.
Las variedades veganas, vegetarianas o comúnmente denominada “Light” también están a la orden del día y en ellas se sustituye la leche de vaca por leche de origen vegetal como la leche de soja, coco o de almendras y los huevos por harinas de leguminosas, siendo las más usuales las de soja o de garbanzo.
También existen ciertas denominaciones como las de Asturias “picatostes”, son especialmente consumidas en las festividades de Carnaval. “Antroxu”. Así mismo las originarias de las regiones septentrionales de Cantabria, a las cuales se les denominan “tostadas” y mantienen un gran protagonismo gastronómico y tradicional en la navidad.
El excelente aporte nutricional de las torrijas
Ahora que conoces la historia tras esta receta de huevos, pan, azúcar, miel, canela y la receta de torrijas básica o base, es fundamental dar paso a la información nutricional y alimenticia que las torrijas te ofrecen como un plato sustancioso. Con una ración de unos 250 gramos podrás acceder a un promedio de 500 calorías, pero esto podría variar en dependencia del tipo de leche utilizada y de los azúcares. Estas calorías no son vacías porque además las torrijas te aportan muchos nutrientes con sus consiguientes beneficios.
Los aportes alimenticios dados por las torrijas
12 gramos de proteínas en promedio por cada ración dan cuenta de su gran colaboración en la alimentación en tiempos de escasez, con un contenido elevado de hidratos de carbono llegando a los 38 gramos por cada ración y un contenido muy cercano de grasas, tomando en consideración el uso de aceite de oliva para freír y así lograr incluir los ácidos grasos monoinsaturados.
Los minerales también hacen acto de presencia en las torrijas receta como el potasio, magnesio, hierro, sodio, calcio y con relación a las vitaminas puedes encontrar aportes significativos de mucho interés como el ácido fólico, vitamina A y C, complejo B y niacina. Las torrijas además de entregarte 560 calorías por ración también te ofrecen:
- 8 gramos de hidratos de carbono.
- 40 gramos de grasas.
- 2 gramos de fibra.
- 4 gramos de proteína.
- 13 gramos de vitamina B12.
- 109 miligramos de calcio.
- 38 miligramos de vitamina B2.
- 5 miligramos de vitamina B3.
- 2 miligramos de ácido fólico.
Los secretos para una gastronomía con torrijas perfectas
Lograr este plato desde casa parece una tarea sencilla, con pocos y nada complicados pasos, ingredientes sencillos de adquirir y apenas una rápida manipulación de los mismos. Sin embargo, hemos recopilado una serie de trucos y secretos que debes de mantener en máxima consideración para marcar la diferencia y lograr una receta de torrijas con gran perfección gastronómica.
El pan como ingrediente principal
Mejor que un pan del día anterior es uno que al menos tenga 2 o 3 días de antigüedad y te funcionara cualquier tipología del mismo, aunque muchos famosos chefs recomiendan el brioche por su gran capacidad de absorber la leche aromatizada y por consiguiente realzar los sabores y aromas finales. Además, el grosor de la rebanada es de suma importancia, lo ideal es que pueda rondar los 2 dedos de espesor para que logres alcanzar la mejor capacidad de absorción de la leche.
La leche para dar sabor y aroma
Puedes hacer uso de leche desnatada o entera sin sufrir alteraciones finales relacionadas con su sabor, para lograr que la leche se infusione correctamente se recomienda hacerlo desde la noche anterior usando canela, naranja, limón, vainilla y muchas otras posibilidades de especias. También es posible lograr la aromatización empleando estas especias y mantener la leche a fuego por al menos 1 hora sin permitir que hierva.
La leche sobrante no la tires porque muchos cocineros con ella logran una especie de almíbar para bañar las torrijas justo antes de servirlas. ¿Cómo hacerlo? Simplemente calienta por unas 3 horas esta mezcla sin permitir que alcance la ebullición (hacer una reducción) y permite que la leche pueda agarrar algo de cuerpo, una menara sencilla y práctica de aprovechar aún más los recursos disponibles y de ofrecer una excelente y muy jugosa variable.
El proceso del empapado en leche
Este procedimiento es crucial para que la receta de torrija pueda alcanzar un punto de máxima calidad en todos los aspectos, lo ideal es colocar la leche aromatizada en una cazuela del tamaño adecuado para permitir que las rodajas de pan puedan mojarse debidamente. Deben de dejarse al menos por 5 minutos por cada cara de las rodajas. Esta cantidad de líquido es la que más influencia tendrá en los resultados finales, ya que poca cantidad de leche hará que la tostada esté seca mientras que si la cantidad es mucha hará que la torrija rezume. Siempre logrando que el huevo utilizado sea de máxima calidad y que se encuentre perfectamente batido.
La fundamental fritura
Primeramente que el aceite sea de calidad y preferiblemente de oliva o de girasol, además debe mantener la necesaria temperatura para que no sea absorbido por la torrija y alcanzar un sellado perfecto. Utilizar papel absorbente es una idea saludable y bienvenida para minimizar la ingesta de grasas y mantener el debido cuidado o la prudencia al momento de retirarlas de la sartén, recuerda que es pan mojado con una estructura física muy delicada.
Consumirlas recién hechas
Aunque parezca un punto fuera de contexto o sin importancia, es relevante que puedas visualizar que puedes haber realizado con el mayor de los éxitos cada uno de los pasos para lograr unas torrijas perfectas, pero si no se consumen al momento estarás perdiendo todo el esfuerzo y la dedicación utilizada en su elaboración.
Trata de servirlas y consumirlas de inmediato y puedes emplear diversidad de acompañamientos que pueden ir desde helados, chocolate, frutas o simplemente unas hojas de menta, albahaca o yerbabuena. Además de las tradicionales maneras conocidas donde destaca el tradicional vaso de vino o una taza del té de tu preferencia.
Una receta de torrijas con múltiples variaciones
Ya sea con pan brioche, de molde o de barra, así como vino o leche, miel o helado, las variantes de las recetas de torrijas son incontables y deliciosas. Los puritanos se inclinarán por las básicas y los más audaces propondrán algunas ideas muy interesantes. Lo cierto es que estas tostadas presentan muchas variables en dependencia de la zona geográfica de su procedencia.
1. Leche y azúcar: tradición y nostalgia
Pan del día anterior y leche para empaparla, seguidamente pasas por huevo y vas directamente a la sartén con abundante y caliente aceite. Apenas culminada la fritura espolvorea con una mezcla de azúcar y canela, son ideales para ser consumidas de inmediato o estando tibias y hasta frías. Muchas veces es permitido añadir cáscara de limón para conseguir un efecto de un agradable aroma a cítrico.
2. Miel y vino para un fuerte sabor
Una de las versiones de mayor demanda en la zona de Sevilla donde se sustituye la leche por vino y al finalizar se bañan con miel, estas además es posible disfrutarlas con una fría bola del helado de tu preferencia, logrando que el contraste de temperaturas (caliente – frío) las hagan un postre irresistible a los paladares.
3. Libres de gluten y aptas para alérgicos
Para no cercenar la posibilidad de su consumo a los celiacos también existe una versión completamente libre de gluten, lo importante es lograr preparar las torrijas con un pan que no contenga gluten, además puedes eliminar el uso del huevo y freírlas directamente con la leche (puedes usar sin lactosa) o utilizar harina de maíz o arroz para empanizarlas.
4. Sin azúcar para los diabéticos
Si quieres lograr una reducción en el consumo de azúcar o si sufres de diabetes no te preocupes porque con esta versión podrás disfrutar de este postre. La idea es prepararlas del mismo modo pero obviando los pasos finales (rebozado de azúcar o de miel). Es primordial que logres agregarle canela en polvo para aportar el necesario sabor y compensar la falta de azúcares.
5. Super ligeras y horneadas
Los aportes de calorías puedes reducirlos mediante un simple cambio en la estrategia. Hazlas al horno en vez de fritas, lo ideal es mantener mucho cuidado para evitar que se sequen demasiado y se conviertan en un simple trozo de pan seco, para ello podrás ayudarte con el color externo de la torrija; cuando alcance un dorado brillante es tiempo de retirarlas.
6. Otras variantes de mucho interés culinario
Desde torrijas saladas o dulces, acompañadas o solas, así como fritas u horneadas es relevante que puedas tener claro que la imaginación será la máxima limitante a la hora de lograr preparaciones de calidad gourmet. También puedes rellenarlas o aderezarlas con otros ingredientes como helados, mermeladas o quesos y acompañarlas con batidos, vinos o té. Siempre disfrutando de la exquisitez gastronómica que te ofrecen las torrijas al lograr convertir cada bocado en una experiencia de texturas, sabores, tradición, historia y religión en pro de una excelente nutrición.
Un postre de pocos ingredientes y de gran tradición
La gran aceptación y el genial desenvolvimiento de las torrijas como un dulce exitoso se debe a múltiples variables que han desembocado en lograr como resultado final un postre delicioso y amable con los paladares y los bolsillos, que además data de una excelente historia en beneficio de la alimentación en tiempos difíciles y por supuesto a su facilidad de elaboración y gran flexibilidad para aceptar infinidad de variantes en sus ingredientes adicionales.
Además de ser un plato perfectamente pensado para aprovechar al máximo los sobrantes y siempre empleando ingredientes baratos y de fácil acceso que además puedes conseguirlos con suma facilidad en cualquier temporada del año. Permite que tu paladar pueda disfrutarlas tanto en estos próximos carnavales como a lo largo de toda la temporada de Cuaresma y de Semana Santa que se aproxima y atrévete a prepararlas en casa con las incontables recetas que te proporcionamos en nuestra sección de torrijas, donde además podrás darles un toque personal con ingredientes de tu propio gusto.