Si no has escuchado hablar de él alguna vez, seguramente te haya sorprendido o parecido curioso el nombre de bizcocho borracho, pero la explicación de esta particular denominación es bastante sencilla: se trata de un bizcocho que, una vez terminado, se moja con almíbar y algún tipo de licor.
De esta manera, se consigue una textura mojada que aporta un extra de suavidad a un postre que ya de por sí lo es. La primera vez que comes este bizcocho te resulta algo extraño, pero te acostumbras. A continuación, te explicamos cómo preparar uno, para que tú también puedas probarlo y disfrutarlo.
¿De dónde viene la idea?
El bizcocho borracho es típico de la gastronomía española, y se encuentra normalmente en las provincias de Cuenca y Guadalajara, en la Comunidad de Castilla-La Mancha; y en Zamora, en la Comunidad de Castilla y León. Dependiendo de donde vayas cuando visites España, encontrarás estos bizcochos con o sin un ligero toque de canela molida, el cual enriquece bastante el sabor. También varía el tipo de bebida alcohólica usada para mojar los bizcochos según la zona en la que se prepare, pero las más habituales son el ron, el brandy y el vino de Jerez.
Los bizcochos borrachos se han convertido en una parte importante de la cultura y las costumbres de las regiones en las que son más populares. Por ejemplo, durante los carnavales celebrados en Guadalajara, los niños que van vestidos con máscaras carnavalescas en una cabalgata suelen acabar el evento probando este rico postre. La idea original de este bizcocho tan característico, por tanto, proviene de España, y se suele consumir en fechas especiales.
Cómo preparar un delicioso bizcocho borracho
Parece complicado elaborar esta receta, pero nada más lejos de la realidad. La que te explicaremos es la tradicional, pero eres libre de investigar para encontrar otras formas de elaborar este bizcocho tan especial.
Ingredientes necesarios
- 225 gramos de harina (preferiblemente de repostería)
- 150 gramos de azúcar
- Medio sobre de levadura
- 6 huevos grandes
- Un par de vasos de azúcar
- Un par de vasos de agua
- Una copita de vino dulce
Elaboración
Insistimos en que preparar este bizcocho no es excesivamente complicado, pero lleva tiempo. Es importante tener paciencia para conseguir un resultado final exquisito. Sigue estos pasos bien y lo lograrás:
- Precalienta el horno a 180 grados centígrados y prepara el molde en el que hornearemos el bizcocho cuando tengamos la mezcla lista, engrasándolo con mantequilla o margarina después de echarle un poco de harina por encima para que no se pegue.
- Separa las claras y las yemas de los huevos. Una vez tengas todo separado, monta las claras al punto de nieve agregando un poco de azúcar y batiendo rápido y con energía. Ten paciencia, porque cuesta un poco conseguirlo. Cuando adquieran una textura de nieve recién caída, será el momento de parar.
- Utiliza otro recipiente para mezclar las yemas con el azúcar. Puedes utilizar una varilla manual, por ejemplo. Una vez espese la mezcla, ve añadiendo la harina tamizada poco a poco, sin dejar de batir. Añade también la levadura y sigue el mismo proceso.
- Añade a esta mezcla las claras montadas y remueve todo con mucho cuidado. Cuando la tengas lista, viértela sobre el molde preparado anteriormente y mételo en el horno cuando haya alcanzado la temperatura indicada. Hornea durante 35 o 40 minutos. Vigila que el bizcocho se dore bien por fuera, y pínchalo para ver si está hecho.
- Cuando lo saques del horno, deja que se enfríe un poco antes de desmoldarlo. Mientras se va enfriando, puedes empezar a preparar el almíbar. Pon un cazo a calentar a fuego lento con el agua y el azúcar durante unos 5 minutos, para que el azúcar se vaya fundiendo. Después, agrega el vino y remueve todo un poco más hasta conseguir una mezcla homogénea y líquida.
- Sin sacar el bizcocho del molde aún, riégalo con el almíbar para que se empape bien, pero tampoco te pases, porque si no queda demasiado mojado. Cuando termines el proceso, retíralo del molde y ponlo a enfriar sobre una rejilla antes de probarlo. ¡Esperamos que te guste!