Beber grandes cantidades de alcohol de manera continuada normalmente conduce a tener problemas de salud severos, sobre todo hepáticos. Sin embargo, pocos saben que la cerveza, una de las bebidas alcohólicas más consumidas, puede ser buena para el hígado si se consume de cuando en cuando.
Aunque te parezca algo increíble, la cerveza no es una de las bebidas alcohólicas menos saludables que existen; sobre todo porque cuenta con un ingrediente que tiene la capacidad de proteger el hígado. Descubre cuál es.
La clave está en los lúpulos de la cerveza
La acumulación de grasa en el hígado es uno de los mayores riesgos que tiene consumir cantidades excesivas de alcohol, y ello puede culminar en una enfermedad crónica. Por eso resulta sorprendente que se publicara en el diario “Alcohol and Alcoholism” un estudio científico que extrajo la conclusión de que los lúpulos que contiene la cerveza protegían al hígado contra la acumulación de grasa, y que eso explicaba que la cerveza no diera tantos problemas de salud como otras bebidas con alcohol. Algo paradójico, ¿verdad?
El estudio también sugería que, a mayor cantidad de lúpulos, mayor el beneficio, y la cerveza que tenía más era la Ale, que es de fermentación alta. Este experimento se realizó con ratones, y los científicos descubrieron que sus hígados sufrían menos daño con el consumo de cerveza regular, puesto que producía menos estrés oxidativo. Esto también indica que los lúpulos de esta bebida también tienen un efecto antioxidante. Dicho todo esto, podemos decir que consumir cerveza con mucha moderación puede ser incluso beneficioso para la salud.
Las cervezas Ale
Estas cervezas son las más recomendadas por los expertos, puesto que, como hemos explicado en el apartado anterior, son las que más beneficios pueden aportar a la salud. Son las más populares entre los fabricantes caseros, sobre todo porque se pueden elaborar a temperatura ambiente y se pueden preparar de manera fácil y rápida. Tienen un periodo de acondicionamiento relativamente corto, lo que significa que pueden beberse en poco tiempo después de que el proceso de fermentación se haya completado.
La Ale es una cerveza muy sabrosa y nutritiva, y existen de muchos tipos que se identifican normalmente por los ingredientes utilizados, aunque las más populares son las inglesas y las alemanas. Las más populares son las siguientes:
- Pale Ale: es la cerveza elaborada tradicionalmente en Inglaterra con levaduras de fermentación alta. Tienen un color dorado, pero menos intenso que las cervezas Lager, ya que suelen ser algo más turbias que éstas. Algunas marcas de esta bebida normalmente artesanal son: Dougall’s, La Pirata, Sierra Nevada…
- Indian Pale Ale: se comenzó a preparar en Inglaterra en el siglo XIX, y el motivo de su invención fue la necesidad de buscar una cerveza que se pudiera conservar en buen estado durante largos viajes por mar, ya que el Imperio Británico era el más extenso del mundo por aquel entonces. Algunas marcas de esta cerveza son: Ballast Point, AleSmith, Crew Republic Drunken Sailor,etc.
- Lambic: es una cerveza de estilo belga originaria de la ciudad de Bruselas. Está fermentada con levaduras salvajes, y eso le da un sabor agrio que se equilibra con toques afrutados. La más popular es la Cherry Lambic, y una de sus marcas más conocidas es Mort Subite.
En conclusión, la cerveza, sobre todo la de tipo Ale, puede ser buena para la protección de nuestro hígado si se consume en pequeñas cantidades y de vez en cuando. Eso sí: no debes olvidar nunca que tomar alcohol en exceso puede ser muy peligroso para la salud, sobre todo a medio y largo plazo.