Las bebidas fermentadas cada vez adquieren mayor uso en dietas especiales por los beneficios que generan en el organismo. Su valor e influencia directa en la microbiota, se traduce en mantener equilibrios y recuperar estados de salud. Sus beneficios son asociados a la digestión y a fortalecer el sistema inmunológico. Bien sea derivados de lácteos como el yogurt o procesados mediante multiplicación de cristales de bacterias, como el kéfir, el universo de opciones de alimentos fermentados cada vez cobra mayor presencia en dietas saludables.
Entre esas bebidas fermentadas de larga tradición en Asia se encuentra el Kumis, una leche fermentada, que posee un efecto muy positivo a la hora de evaluar las consecuencias de su ingesta en el proceso digestivo en el organismo y además según estudios, los microorganismos que fermenta este alimento generan compuestos con propiedades antibióticas que contribuyen en la protección del organismo de infecciones de origen bacteriano. Justamente, aquí te mostramos como al incorporarlo en tu dieta diaria puedes obtener grandes beneficios para tu aparto digestivo y el resto de funciones del organismo.
De hecho, un dato muy curioso del kumis es que debido a su bajísimo porcentaje de grasas puede ingerirse 8 o 10 vasos al día y no genera contraindicaciones o efectos secundarios. Y de forma más específica, se ha comprobado que esta bebida incide en la ganancia de peso, la disminución del número y la duración de los episodios de diarrea aguda en niños desnutridos agudos, cuando se trata especialmente de su uso en procesos de recuperación nutricional.
¿Qué es Kumis?
Este maravilloso alimento de origen asiático es un producto lácteo fermentado, un ácido alcohólico. Durante muchos siglos ha sido una bebida tradicional muy popular en estepas de la región de Asia central, China, Rusia y Mongolia.
A diferencia de otros alimentos, es producido mayormente con leche de yegua. Como es sabido, dicha leche contiene mayor cantidad de lactosa, más albumina, más ácidos grasos insaturados, y también menos proteína y grasa que la leche de otros animales, por ello se digiere más fácil. Y sus usos van desde la alimentación pasando por ingrediente cosmetológico en el tratamiento de la piel.
¿Cuáles son las propiedades de este alimento?
En su proceso de fermentación, el kumis genera cambios muy interesantes. Su contenido de alcohol oscila entre 0,2% y 3% alcohol etílico, mientras que los kumis fuertes elaborados con leche de yegua contienen hasta un 4,5 % de alcohol.
El método de preparación kazajo implica la creación de una bebida, cuya concentración de alcohol puede alcanzar hasta el 40%, versión seguramente muy valorada debido a las bajas temperaturas de las zonas donde es oriundo. No obstante y más allá de sus grados de alcohol, entre sus propiedades más resaltantes destacan su contenido de calcio, fosforo, magnesio, potasio y zinc, y vitaminas como la niacina y el ácido fólico.
Otra bebida que te sorprenderá, al conocer sus propiedades, es el Kéfir el digestivo fermentado que te ayuda con las comidas copiosas.
El Kumis como digestivo
Pero, la indicación que más nos interesa mostrar es su uso como es un alimento pro biótico, reactivador o restaurador de la flora intestinal. De allí que sea muy recomendable ingerir porciones de kumis regularmente, sobre todo a la luz de los hábitos alimenticios descontrolados o desordenados propios de estilos de vida occidentales.
Y como dice el refrán popular al estómago van a parar las emociones, de allí que tenerlo a tono para el óptimo ejercicio de sus funciones resulta una gran ventaja. De manera que, como un plus para tu salud, sugerimos consumir a diario esta leche de yegua, bien sea en versiones industriales o preferiblemente en sus versiones más orgánicas o artesanales, tanto sola o como base para la elaboración de otras bebidas como batidos, atoles, etc.