El aceite de soja es uno de los aceites más polémicos y debatidos por si es o no el más ideal para incluirlo en una dieta saludable. Mientras que muchos creen y aseguran que sí es saludable por su alto contenido en grasas polisaturadas, otros advierten que su consumo supone un riesgo para la salud.
Pero entonces ¿es bueno sí o no el aceite de soja para el organismo y la salud en general? Es verdad que cada cuerpo también es un mundo por lo que, vamos a recurrir a algunos expertos, quienes nos han acercado un poco más a las respuestas para saber si incluir o no este aceite en nuestra dieta es del todo saludable.
¿Qué es el aceite de soja?
El aceite de soja es un aceite de cocina que se elabora a partir de las semillas de la planta de soja. Las semillas se limpian y se secan, luego se rompen y se quita la cáscara. Una vez que el frijol se abre, se convierte en hojuelas y, es necesario hacer un lavado con solvente para eliminar el aceite de las hojuelas antes de pasar a blanquearlas y desodorizarlas.
Diferentes formas de aceite de soja
El aceite de soja es muy frecuente en los alimentos procesados porque tiene un sabor neutro y es un aceite bastante económico en compración con los tradicionales. El aceite de soja refinado y muy procesado es el tipo más común, pero también existen versiones más orgánicas y prensadas en frío.
Prensado en frío: el aceite de soja prensado en frío se elabora sin aplicar calor. En cambio, las semillas sí se trituran y el aceite se expulsa mediante la presión. Esto ayuda a retener algunos de los nutrientes en el aceite ya que el calor puede contribuir a la oxidación y descomposición de sus nutrientes.
Orgánico: el aceite de soja orgánico tampoco es fácil de encontrar en supermercados, aunque sí se puede conseguir a través de internet.
Mezclas de aceite vegetal y aceite de soja: existen dos tipos disponibles, el aceite de soja que se mezcla con aceite de canola o aceite vegetal, y el aceite de oliva que se mezcla con aceite de soja, este último se fabrica para ahorrarse costes.
Beneficios para la salud del aceite de soja
1. Podría reducir el colesterol: a las grasas no saturadas, como las que se encuentran en el aceite de soja, generalmente se les atribuye la reducción del colesterol LDL (o «malo») y el aumento del colesterol HDL (o «bueno»).
Existen muchos informes que respaldan este beneficio en específico para el aceite de soja. En un estudio publicado en el National Institutes of Health (NIH), en una revisión de 2021, expertos nutricionistas encontraron que reemplazar las grasas saturadas en la dieta con aceite de soja podría reducir el colesterol sin aumentar la inflamación o el estrés oxidativo.
2. Puede ayudar a equilibrar el azúcar en la sangre ya que es una fuente de grasa: debido a que el aceite de soja es una fuente de grasa, podría ser útil para equilibrar el azúcar en la sangre al amortiguar el efecto de los carbohidratos en una comida. Pero podríamos decir lo mismo de cualquier fuente de grasa. En definitiva, el aceite de soja podría ayudar con el control del azúcar en la sangre porque es una fuente de grasa, pero no tiene muchos más beneficios resaltables.
3. Contiene vitaminas y algunos ácidos grasos beneficiosos: el aceite de soja proporciona vitaminas K y E, y tiene algunos ácidos grasos omega-3. Estos nutrientes son positivos y beneficiosos, pero el aceite de soja también tiene un alto contenido de omega-6, lo que puede tener efectos inflamatorios con el tiempo. Lo mejor de este aceite es que es bajo en grasas saturadas y grasas trans.
Las grandes desventajas del aceite de soja
1. El aceite de soja es súper procesado: hay muchos pasos en su producción, y se utilizan solventes durante su extracción.
2. Contiene aflatoxinas: al igual que con los cacahuetes, también existe una preocupación por las aflatoxinas en la soja. Las aflatoxinas son un tipo de micotoxina o compuesto tóxico producido por ciertos tipos de moho. De hecho, las aflatoxinas son una de las micotoxinas más tóxicas que hay, y el aceite de soja puede inundado de ellas…
Además, la sobreexposición a las aflatoxinas puede tener una serie de efectos negativos para la salud, incluida la inmunosupresión, problemas de crecimiento e incluso cáncer. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce las aflatoxinas como un problema mundial de seguridad alimentaria.
2. Es susceptible a la oxidación: cuando el aceite de soja se expone al calor, la luz y/o el oxígeno, puede oxidarse. Cuando esto sucede, produce subproductos tóxicos y compuestos potencialmente dañinos que pueden afectar negativamente su sabor y su salud.
3. Puede tener un impacto negativo en el cerebro: esta es otra desventaja de la que se ha sabido hasta hace poco. Otro ingorme publicado en la revista científica ScientDaily, llegó a la conclusión, después de realizar ensayos con ratones, que el aceite de soja podría producir cambios genéticos en el cerebro.
En conclusión, si solo usas el aceite de soja prensado en frío o sin refinar y de manera ocasional y evitas consumirlo en exceso, a través de alimentos procesados, puede encajar en una dieta saludable en general. Pero si usas el aceite de soja para los alimentos envasados, no es la mejor opción que hay, no.
Al final, el objetivo debe ser conseguir un buen equilibrio entre grasas y aceites. Si consumes mucho aceite de soja, tu consumo de grasas poliinsaturadas omega-6 probablemente supere todos los otros tipos de ácidos grasos beneficiosos y tendrás otros problemas como inflamaciones u otros problemas de salud añadidos. En cambio, si realmente quieres y te gusta usar el aceite de soja, hazlo de vez en cuando nada más, pero apóyate siempre en otros aceites.